La temporada del Breogán, que terminó el viernes estrellada en Los Barrios, estuvo jalonada de hitos que le hicieron oscilar entre el optimismo y la impotencia
25 may 2009 . Actualizado a las 11:39 h.Del optimismo al desengaño más cruel, la temporada certificó un nuevo fracaso del Breogán en busca del retorno a su categoría, la ACB. Los Barrios frenó el tercer intento, pero en el camino quedaron hitos que marcaron y acompañaron el desenlace.
«El equipo con más talento»
Spencer Gloger, ex Akasvayu; o Lucho Fernández, ex Tau, comenzaron a redondear una plantilla que guardaba la esencia de la temporada anterior con Dani López, Ordín, Betinho y Morentin. Llegarían también Javi Román, y Alberto Corbacho. Al final, dos pívots más: Brian Cusworth y Bill Phillips. Paco García, que la dirigiría, diría de ella: «Estoy satisfecho y orgulloso del equipo que hicimos». O en palabras de Gloger con la competición mediada: «El Breogán es el equipo con más talento de Liga». Después llegarían Southall, Daniel Clark y el internacional italiano Andrea Pecile.
Pretemporada luminosa
Los celestes arrollaron a todo cuanto rival se cruzó en su camino en la pretemporada. Había que animar a la afición a abonarse. Cayeron a sus pies el León (57-75), Gijón (74-60), COB (61-71) y el Bruesa de ACB (61-89). Además, se ganaba la décima Copa Galicia al Rosalía (82-64). «Tenemos que ilusionar a la afición», decía Morentin. «El equipo de este año es mucho mejor que el del pasado», afirmaba el presidente, Raúl López.
Sangría física
Lo cierto es que, condicionado o no por el inicio fulgurante, los jugadores del Breogán comenzaron a pasar por la enfermería de forma continuada. Betinho no inició la Liga, y se lesionaría varias veces más. La pareja de pívots titulares (Cusworth y Phillips) también cayeron. Ordín tuvo que pasar por el quirófano para ser operado de menisco, Lucho tuvo una fractura en un dedo (como Cusworth)... Nadie se libró, aunque sólo Corbacho y Román pudieron jugar en todos los partidos. Algunos casos, como el de Bill Phillips, o el de Gloger, merecerían un capítulo aparte. El pívot con pasaporte francés sólo ha jugado en trece partidos, por culpa, sobre todo de en problema de vértigo a duras penas resuelto. Pero sin duda, la estrella fueron las lesiones musculares, que tocaron a Betinho, Dani López, Daniel Clark, Nacho Ordín... El caso es que entre bajas y períodos para recuperar la forma física, entre entradas y salidas del equipo, acomodar a los sistemas a los jugadores, al equipo se le escaparon dosis de energías que dedicar al objetivo final: el ascenso.
Racha triunfal
Hasta que se recuperaron para la causa Brian Cusworth y Bill Phillips, en la jornada 8, el Breogán presentaba un balance entre victorias (3) y derrotas (4) más propio de un equipo de la zona baja de la tabla. Era el mismo que había firmado Josep María Izquierdo en el primer año en la LEB tras el descenso (que luego iría a peor). Con la recuperación de ambos, el Breogán se enfundó en la mejor racha de la temporada: 11 victorias en 12 partidos. O lo que es lo mismo, una primera de seis triunfos empezada en León (85-89), en la que también sucumbieron al poder lucense Burgos, Gandía, Illescas, Axarquía y Menorca, y una segunda de cinco, en la que se venció a La Laguna, Lleida, Cáceres, Vic y La Palma. Por entre medias se quedó una derrota. Premonitoria o no, el rival que truncó el mejor momento del Breogán fue el Los Barrios en su feudo (74-73).
Problemas defensivos
«Hicimos una muy pobre defensa ante Vic», dijo en septiembre Paco García después del primer partido de Liga, que ganaron 91-83. «La defensa aún debe mejorar mucho», reiteró Lucho Fernández, ya en marzo. En esa época, el nuevo entrenador, Sergio Valdeolmillos trajo un nuevo planteamiento al equipo: mejorar atrás. «Quiero más agresividad y alternativas a medio y todo campo», afirmó.