El santanderino Óscar Freire (Rabobank) se adjudicó ayer, por tercera vez, la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada, de 298 kilómetros, al superar en un extraordinario sprint nada menos que al belga Tom Boonen (Quick Step) y al italiano Alessandro Petacchi (Lampre). Freire, de 34 años, ha sido tres veces campeón del mundo. En nueve participaciones en la clasicissima , su peor resultado fue el octavo lugar. Se le da tan bien que ya se había impuesto en 2004 y 2007.
«No me habían situado entre los favoritos, ya veremos qué pasa el año que viene», bromeó el ganador tras la carrera. «Temía al mal tiempo pero, por suerte, mejoró durante la carrera. Aunque se iba muy rápido en las subidas, me sentí bien», añadió. De este modo, Óscar Freire consiguió la quinta para un corredor español, ya que a las suyas hay que añadir las dos de Poblet (1957 y 1959).
«Ganar siempre es una emoción fantástica. Mis compañeros de equipo trabajaron muy bien», dijo el cántabro.