UGT teme recorte de sueldos en Puleva con el aterrizaje de Lactalis

D.C.

LUGO

01 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El aterrizaje de Lactalis en Puleva, que está previsto que se materialice en el mes de agosto, podría estar acompañado de medidas de recorte salarial, con el objetivo de mantener los puestos de trabajo. Ésta fue una de las conclusiones del encuentro celebrado en Madrid de delegados de UGT en las plantas de las dos empresas para intercambiar información y crear una coordinadora cuyo objetivo es participar en las negociaciones que llevarán aparejadas la compra de la división láctea de Ebro Puleva en los puestos de trabajo y en las condiciones laborales.

En la provincia de Lugo los trabajadores de la planta de Puleva, en Nadela, disponen de convenio propio de empresa, que vence a finales de año. Los de Lactalis de Vilalba se rigen por el de industrias lácteas, cuyas condiciones son inferiores.

A la reunión celebrada en Madrid acudió el responsable de la federación de alimentación de UGT, Fernando Teijeiro, quien insistió en sus mensajes de tranquilidad a la plantilla. Según dijo, el próximo día 9 está prevista una reunión con el responsable de Lactalis en España de los secretarios generales de alimentación de UGT y de Comisiones Obreras. A este encuentro pretenden que también acudan trabajadores de las plantas. El primero de los sindicatos quiere tener acceso a la misma información que el segundo, cuyos responsables ya se entrevistaron con Aureliano Antuña, el responsable de Lactalis en España.

Teijeiro aseguró que su organización velará para que no se deduzca la plantilla de la planta de Nadela, para que se mantengan las mismas condiciones laborales y el convenio colectivo. En los anteriores cambios de titularidad se respetaron todos estos aspectos. El responsable de alimentación de UGT insistió en que seguía echando en falta la presencia de las administraciones, tanto la Xunta como el Gobierno, en esta operación de tanta trascendencia. «Todos sabemos -dijo Teijeiro- o que é o libre mercado, pero as administracións deberían tomar exemplo dos esforzos que está facendo Francia para protexer o seu sector lácteo».