Dos vidas marcadas por la tragedia y que coincidieron fatalmente en el mismo punto

Valente

LUGO

04 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Que la vida es un pañuelo lo hemos pensado en numerosas ocasiones. Pero los gallegos también tenemos otra expresión aún más fatalista: «Tíñaa naquel sitio». Las truncadas vidas de Félix Pereira Sancosme y de Raúl López Souto se cruzaron una mañana del 24 de junio del 2007 en Guntín y se cerraron el pasado 26 de abril. El primero fallecía, con 48 años, en un accidente de circulación en una recta de Guntín, mientras que el segundo lo hacía en las torrentes de Mácara con 21 años. La casualidad hizo que se juntasen en el primer accidente, cuando el turismo de Félix Pereira, un Lancia Dedra, chocaba frontalmente contra el del joven melidense (18 años en aquel momento), un Citroën ZX.

La vida de Pereira, muy popular en la ciudad porque fue durante muchos años el amable y divertido camarero del bar Rúa de Lugo (en la Rúa Nova), tuve su primer golpe de fatalidad cuando meses antes de perder la vida estuvo a punto de morir por culpa de los navajazos que le asestaron una noche de sábado cuando pretendían robarle cerca de la Fonte dos Ranchos. Llegó a estar ingresado en el Xeral durante varias semanas. A joven Raúl, herido grave en el choque de Guntín, le quedaron secuelas físicas en una pierna, que quién sabe si le impidieron poder salvar la vida en el ahogamiento en el río Ulla.