Raúl López no desmiente su posible marcha al Obradoiro de Santiago

M. Á. LUGO/LA VOZ.

LUGO

El presidente del Breogán asegura que, «esté o no esté», seguirá ayudando al club celeste

02 jun 2010 . Actualizado a las 11:29 h.

El tiempo parece detenido en el Breogán hasta que se celebre la junta general extraordinaria del club la semana próxima, concretamente el miércoles en primera convocatoria y el jueves en segunda. Entonces, Raúl López finalizará su mandato como presidente del Breogán. Sin embargo, el dirigente todavía no ha desvelado sus planes de futuro. Las pistas que da sobre acontecimientos venideros pintan como remota su continuidad en la nave celeste. Al mismo tiempo, surgen rumores sobre un hipotético desembarco en el Obradoiro de Santiago, circunstancia que el máximo responsable del Leche Río no desmiente. «El Obradoiro acaba de elegir a una directiva y hay que respetarla. No puedo ocultar que he ayudado al Obradoiro en el pasado, al igual que he hecho con Pontevedra, Celta, ... Soy socio del club y lo ayudaré en lo que pueda si me lo pide y encaja con mi filosofía», señala.

Ricardo Docobo, nuevo presidente de los compostelanos, afirmó tras ganar las elecciones que la suya es una directiva de transición.

Raúl López insiste en que Galicia «se merece un equipo en ACB por población, cultura, ... Pero no da para más». Acerca de ese hipotético proyecto único, el mandatario celeste explica que «hay que luchar por él en el sitio en que se pueda mantener. No sólo se puede vivir de las subvenciones, sino que hay que conformar un puzle con varias piezas. En Lugo, el trato de las instituciones como el Concello y la Diputación es magnífico. Diría que es la envidia de todas las ciudades. Pero también es necesario el respaldo empresarial y una masa social suficiente. Hay que alcanzar los 4.000 o 5.000 abonados para generar ingresos suficientes para acometer planes ambiciosos».

La gran duda surge a la hora de valorar si ese hipotético plan único sería más factible en Lugo o en Santiago. «Está claro que un proyecto es más viable en Barcelona que en Lugo, o en Lugo que en Sarria. En una ciudad grande hay más movimiento que en una pequeña. El hecho de que no haya muchos clubes puede facilitar esa opción. Hubo un momento en el que el Breogán era el buque insignia. Lo sigue siendo, pero lo tiene todo en contra. Los proyectos son viables cuando la gente así lo quiere», afirma Raúl López.

Masa social

Habitualmente, el presidente del Breogán califica a la afición celeste como la mejor «en calidad, pero no en cantidad». A lo largo de la temporada ha podido comprobar en los partidos del Obradoiro, club del que es socio, que el baloncesto ha conseguido implantarse en Santiago. No obstante, una de las incógnitas es la fidelidad que la hinchada compostelana mantendrá la próxima campaña, cuando el equipo milite, salvo una carambola extraña, en la LEB Oro.

Después de muchos años al frente del Leche Río, tal vez un proyecto menos antiguo como el del Obradoiro podría llamar la atención de Raúl López. Acerca de esta circunstancia, el mandatario celeste explica que «más ilusión que en Lugo no la hay en ningún lado. Lo que es cierto es que nadie daba un duro por la masa social de Santiago y apareció. Pero llevaban mucho tiempo sin baloncesto y es una situación parecida a la que se da en las familias. Cuando alguien falta, te das cuenta de lo que has perdido. En el momento en el que el Breogán descendió, la ACB parecía una obligación. Subir es muy difícil y bajar, facilísimo».

Por todo ello, un verano más, las interrogantes acerca de la continuidad de Raúl López en el club celeste se abren de par en par. «Soy presidente del Breogán hasta el día 9 de junio. Veremos lo que sucede después. Si no hay un respaldo fuerte y un apoyo masivo, y no lo digo sólo por las subvenciones, no pinto nada. Luchar contra los elementos es imposible y en este momento tengo más esa percepción», manifiesta.

Surgen más dudas cuando valora su etapa en el Leche Río: «La afición es la mejor en calidad, aunque no en cantidad. Por mi forma de ser, me gusta embarcarme en proyectos ilusionantes y ambiciosos. En Lugo tengo ilusión, pero los ciclos son esenciales y, dadas las dificultades, te dan ganas de que dirijan el club los que critican. Pero, esté o no esté en el Breogán, seguiré ayudando».