Dos viaductos de la autovía AG-64, que une Ferrol y Vilalba, están en fase de reparación. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas realizó trabajos de urgencia en los situados en Ramadela y Espariza, pero prevé ejecutar otras en breve plazo.
La directora xeral de Infraestruturas, Ethel Vázquez, aseguró ayer, en una intervención ante una comisión parlamentaria, que los próximos trabajos consistirán en la reparación de juntas y en la sustitución o renovación de los apoyos de neopreno.
Los trabajos permitirán paliar el problema de desgaste que sufre la vía de comunicación en esos dos puntos. Las causas pueden ser varias, como admitió la directora xeral en su comparecencia: los materiales usados, la intensidad del tráfico, las condiciones meteorológicas o el tipo de apoyos empleados pueden influir en la situación, de acuerdo con sus manifestaciones.
Por otro lado, la directora xeral recalcó que el gobierno autonómico dispone de dos sistemas de supervisión y de vigilancia que le facilitan su trabajo. Uno de ellos es un sistema ordinario de vigilancia y de supervisión integral, y otro, un programa de inspección específico para las obras.
Corte
Los trabajos de emergencia emprendidos en meses pasados no redujeron, tal como explicó Vázquez, la seguridad vial de los usuarios de la AG-64. Sin embargo, las obras sí influyeron en la fluidez de la circulación, dado que ocho kilómetros del tramo comprendido entre Igrexafeita y As Somozas, que van del punto kilométrico al 18 al 26,5000, estuvieron cerrados desde mayo hasta este mismo mes por los problemas en el viaducto de A Ramadela.
Las deficiencias aparecieron en una inspección periódica y se detectaron en una junta de dilatación del viaducto. Los trabajos afectaron de modo directo a las comunicaciones del norte de Galicia por la capacidad de la AG-64 para unir todo el norte de la comunidad, e incluso motivaron una interpelación parlamentaria del PSOE para solicitar explicaciones.