Las obras en una parte del tramo inferior de la antigua carretera de Ferrol, hoy denominada LU-118, han supuesto el comienzo de la reforma de las tres travesías de Vilalba, correspondientes a las partes urbanas de las antiguas carreteras de Lugo, Meira y Ferrol.
Los trabajos empezaron por esa última, cerca del cruce con el área recreativa de A Magdalena, por tratarse de uno los principales accesos al centro, pues canaliza buena parte del tráfico que sale de la A-8 y de la AG-64 en la rotonda de Grandisca. Así lo expuso el gobierno local hace meses, aunque esos planes sufrieron una pequeña alteración en las últimas semanas.
La Xunta mejoró el firme de la LU-861 entre Sete Pontes y Grandisca, lo que implicó el cierre de esos dos kilómetros al tráfico. Por ello se decidió iniciar los trabajos lejos del cruce de Plácido Peña con la Rúa da Pravia y Campo de Puente para no interferir en la circulación que pasó por esa intersección mientras la LU-861, reabierta desde la semana pasada, estuvo cerrada.