Dos jóvenes de Jaén hicieron su agosto al vender chorizos fritos, bistés, y panceta en plena Praza do Campo, cuando más público había con motivo del San Froilán y después de que los empresarios hubiesen cerrado sus establecimientos pese a la gran afluencia. Pero el negocio les fue desmantelado por agentes de la Policía Local después de recibir una llamada a las cuatro menos cuarto de la madrugada de ayer.
Cuando la patrulla llegó al lugar, se encontró con un restaurante callejero formado por tenderete de unos tres metros con una bombona, una cocinilla y gran cantidad de comestibles. Los jóvenes tenían panceta, bistés, chorizos, hamburguesas y unas cincuenta barras de pan. Trabajaban a destajo para dar de comer a los hambrientos.
Los policías los denunciaron porque no tenían permiso para dicha actividad, no disponían de carné de manipulación de alimentos y presuntamente vulneraban la Lei de Comercio Interior de Galicia.