Los responsables de construcción de UGT, Carlos García y de CIG, Antonio Niño, lamentaron que hubiera sido necesario que falleciera un operario en Ingemarga para que la empresa empezara a adoptar medidas en materia de seguridad e higiene en el trabajo. El anterior responsable de la planta de Parga, en Guitiriz, que ahora está jubilado, fue condenado a un año y seis meses de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores en con curso ideal con un delito de homicidio imprudente. El fiscal retiró la acusación contra el administrador de la empresa vasca y contra un operario lucense.
Según Carlos García, Ingemarga «sacrificó un peón para salvar a la reina», en alusión al administrador de la empresa. «Arreglan todo con dinero -apostilló- y se gastan más en pagar sanciones que en prevención». García no descartó que vuelva a ocurrir algo similar y puso de manifiesto que hace un tiempo hubo un herido al desplomarse una sierra.
Antonio Niño declaró que era triste «que tivera que haber unha morte para empezar a tomar medidas». En su opinión el accidente cambió la filosofía de prevención, aunque apuntó que los avances son lentos.