«No vendo, son bulos», así de tajante se mostró el propietario de Leite Río, Jesús Lence, que estos días no se cansa de repetir lo mismo a todos aquellos que le preguntan sobre una supuesta venta de sus plantas a Lactalis, con quien, insiste, no ha tenido ningún tipo de contacto en este sentido. No es la primera vez que el industrial lucense desmiente una operación, que asegura no está ni tan siquiera en su mente porque no tiene intención de desprenderse de sus industrias.
Lence insistió ayer que existen personas interesadas en difundir este tipo de comentarios con el ánimo de perjudicar a Leite Río. Relacionó esta práctica con los resultados que espera la sociedad lucense para finales de este año. Según dijo, de continuar en la misma línea, finalizará el 2011 en el tercer puesto del ránking de las empresas de mayor volumen de envasado de leche en UHT en España.
«Si seguimos al mismo ritmo que hasta ahora -señaló el industrial lucense- finalizaremos el año con 440 millones de litros. Nos pasamos en 30 millones de litros este año».
Lence está dispuesto a aclarar una situación en la que asegura se ve envuelto sin ningún motivo porque su empresa no está en venta. Quien practica la política contraria es Arcadio González, presidente de Gancobre y miembro del consejo de administración de Alimentos Lácteos, junto con Eugenio Montero, presidente de La Arzuana y el asesor de esta cooperativa, Prieto. Evitan pronunciarse sobre lo que está ocurriendo en su entorno.
El consejo de administración de Alimentos Lácteos convocó a una asamblea a presidentes y gerentes de las cooperativas para tratar sobre la crítica situación económica que atraviesa la sociedad. La propuesta de los socios mayoritarios fue la de retener un tercio del pago pendiente de la leche a las cooperativas -varias mensualidades, hasta tres en algún caso- para inyectar capital. Quieren reunir cerca de millón y medio de euros con esta fórmula.
Aunque oficialmente no trascendió nada en este sentido, el argumento dado por los miembros del consejo de administración, Eugenio Montero, Arcadio González y Prieto, al resto de los socios fue que las cooperativas necesitaban aportar más dinero, porque de esa forma la Xunta estaría también dispuesta a contribuir económicamente. Ya lo hizo cuando se puso en marcha la sociedad, a través de un aval del Igape.
El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, se pronunció hace meses, a raíz de que trascendiera el desencuentro entre las cooperativas y el cese del gerente, respecto de Alimentos Lácteos, instando a la sociedad a dar entrada a más cooperativas. Juárez, según trascendió en aquel momento, comunicó a los miembros del consejo de administración su desacuerdo con la política que estaban llevando a cabo y propuso un cambio de rumbo.
Las cooperativas no volvieron
Se sabe que las cooperativas que se desmarcaron del proyecto y dejaron de entregar leche, no volvieron a hacerlo desde entonces, pese a que González había anunciado que contaba que en octubre la normalidad volviera a la planta de Outeiro de Rei y se recuperara la concordia rota en la asamblea de julio.
De los fondos de inversión con los que negociaban los miembros del consejo de administración para inyectar liquidez a la sociedad, que cerró el pasado ejercicio con una pérdidas importantes, tampoco hay noticias. El propio consejo de administración reconoció a principios de septiembre que necesitaban cuatro millones de euros para afrontar la situación y que mantenían negociaciones a varias bandas.
Las cooperativas que se marcharon no volvieron a entregar la leche, entre otros motivos porque sufrieron los retrasos en los pagos de la leche que suministran los ganaderos. Esta es otra de las razones que en estos momentos frena la entrada de nuevas organizaciones en Alimentos Lácteos.