Alimentos Lácteos, en preconcurso, plantea a la plantilla un ERE temporal

M.C. / X.M.P. / L.L. LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

La envasadora de Outeiro dice que está recibiendo apoyo del Grupo Leche Pascual

06 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La dirección de la planta envasadora de Alimentos Lácteos, de Outeiro de Rei, informó ayer de que la situación en la que se encuentra la empresa es la de preconcurso de acreedores. En este estado se permite maniobrar con cierta facilidad frente a los acreedores durante algunas semanas, sin llegar a presentar el concurso. La dirección de la planta explicó que ya iniciaron las conversaciones con los diversos acreedores para encontrar una salida y poder volver a poner la planta en viabilidad.

Para ello, desde Alimentos Lácteos dicen estar convencidos de que cuentan con el esfuerzo de las cooperativas asociadas a la planta y que también han encontrado en el Grupo Leche Pascual un aliado que les está prestando la máxima colaboración para encontrar una salida global para la planta de Outeiro de Rei. Aseguran que el grupo lácteo castellano se está implicando mucho más que por su condición de propietario de las instalaciones.

En cuanto a la plantilla

La dirección de Alimentos Lácteos también explicó ayer que en cuanto a la plantilla, le ha propuesto al comité de empresa establecer un ERE temporal que garantice temporalmente los salarios de los trabajadores. Explicaron que el ERE se adaptará a las necesidades de la planta en cuanto se reinicie la actividad «lo que esperamos que se produzca a la mayor brevedad posible. El plan de negocio para el que ahora se busca financiación, no solo contempla la incorporación de toda la plantilla, sino el incremento de esta para llegar a niveles de producción máximos y así obtener el rendimiento óptimo de la industria», dijo literalmente ayer la dirección de la planta de Outeiro de Rei.

Varias partes implicadas

Por último, la dirección de la planta explicó que esa posible solución que se podría alcanzar en el futuro dependerá de que todas las partes implicadas lleguen a un acuerdo lo antes posible. Aunque la dirección de la planta no aporta más detalles, se refiere claramente a la Xunta de Galicia y al Grupo Leche Pascual. De hecho, la entrada de capital de la Xunta estaba prácticamente cerrada hace una semana, cuando se produjo el relevo del director xeral de Producción Agropecuaria, el lucense José Álvarez Robledo.

La nueva directora que lo sustituyó, la viguesa Patricia Ulloa Alonso, se hizo cargo directamente del expediente y transmitió órdenes de que no daría luz verde definitiva al aval de la Xunta para Alimentos Lácteos tramitado por su antecesor, ya que quería revisar ella de nuevo todo el proceso. Esta decisión trascendió el jueves de la semana pasada, cuando Alimentos Lácteos estaba bajo mínimos de entrada de leche y con graves problemas de liquidez.

De hecho, al día siguiente, -el pasado viernes- la planta anunció a sus cooperativistas que ya no recibiría leche este lunes. Y el motivo no era otro que la amenaza de corte de suministro eléctrico a la planta por impago de sus facturas.

Este parón motivado por la amenaza de corte de suministro, mientras que la nueva subdirectora de la Xunta de Galicia congelaba la operación de aval económico, obligó a la planta de presentar el preconcurso de acreedores.

Reunión ayer con el comité

La dirección de Alimentos Lácteos fijó para ayer por la mañana una primera reunión con el comité de empresa para la propuesta del ERE temporal. Y el comité informó después a los trabajadores de lo que se trató en el encuentro. Explicaron que la empresa plantea un ERE para el 90% de la plantilla, de una duración máxima de seis meses, «con independencia de poder estudar ou non a rotación do persoal e aumentar así este período».

Los representantes de los trabajadores piden que se les abone la nómina de febrero y la extra de Navidad, ambas pendientes, y que la empresa les explique qué garantías hay de que la planta será viable una vez termine el ERE. Algunos empleados planteaban ayer que reflotar la empresa tras ese tiempo será difícil porque el mercado quedará temporalmente desabastecido y será complicado recuperar la credibilidad. Además, señalan que una fábrica parada durante seis meses se convierte en un cadáver.

Desde la CIG dicen que esta maniobra permitirá la caducidad de las indemnizaciones establecidas por Pascual y forzará la entrada en concurso. Esto podría culminar en la pérdida de todos los puestos de trabajo y la «imposibilidade de recuperar as débedas cos produtores».