Critican que realizan tareas de prevención de fuego propias de la Xunta
15 jun 2013 . Actualizado a las 06:59 h.Cuando un monte se quema, algo de todos se quema, como decía un popular eslogan de hace años; y puede decirse también que cuando un monte no se quema, algo de todos queda a salvo de las llamas y sigue aportando beneficios de todo tipo a la sociedad. En municipios como Guitiriz, con comunidades de montes que vigilan y cuidan el terreno, los incendios son contados, pero el esfuerzo realizado para evitar el fuego no genera solo armonía.
«A limpeza do monte deixa moito que desexar». Quien se expresa así con tanta claridad es el presidente de la comunidad de montes de Parga, David Díaz. La comunidad, explicó Díaz, realiza trabajos que le corresponderían a la Xunta, ya que ambas partes firmaron, hace años, un convenio sobre este asunto.
Unas 200 hectáreas forman la superficie de monte incluida en dicho convenio, y en esa extensión se realizan trabajos de todo tipo para mantener el terreno en buenas condiciones: así, no solo se reduce el riesgo de incendio sino que los equipos de extinción pueden moverse con comodidad si se produce algún siniestro.
Una de las tareas que acometió la comunidad y que financió con sus fondos fue la realización de accesos interiores. Los trabajos, como precisó Díaz, tuvieron un coste aproximado de unos 50.000 euros, y suponen, agregó, un ejemplo de los trabajos que se afrontan pese a que teóricamente corresponderían a la Xunta.
Cuando la Xunta colabora económicamente en alguna operación de este tipo, la comunidad recibe la subvención y luego contrata los trabajos. Pero algunas operaciones necesarias en el monte, como las podas, llevan años sin contar con ayudas del gobierno autonómico. Por todo ello, Díaz muestra malestar por esa falta de compromiso, y recalca que la comunidad asume «moito traballo» que en realidad no le corresponde. En cualquier caso, el objetivo sí parece claro: «Todo o que se fai afecta á prevención», subrayó.
La comunidad de Parga, a diferencia de otras, no tiene en la venta de madera su principal vía de ingresos, sino que los pagos de Ingemarga, que explota granito en canteras de esta parroquia, constituyen su principal ganancia. Díaz, buen conocedor del monte por sus años de experiencia al frente de la comunidad, explicó ayer que el trabajo de los comuneros incluía a veces gestiones sorprendentes pero eficaces: hace pocos años, al ver que un incendio se acercaba a terrenos del monte comunal, avisó a Ingemarga, y las máquinas de la empresa evitaron el avance de las llamas.