Algunos feriantes dudan si volver a Lugo tras un San Froilán de pérdidas

lucía rey texto LUGO / LA VOZ

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Muchos feriantes piden que haya un «día del niño» en San Froilán.
Muchos feriantes piden que haya un «día del niño» en San Froilán.

Culpan de la situación al mal tiempo y a los altos precios de los puestos

14 oct 2014 . Actualizado a las 10:58 h.

Este año renunciaron a montar en el San Froilán la noria y el Saltamontes, pero en el 2015 podrían seguir ese camino más atracciones. La mayoría de los feriantes acabaron las patronales de Lugo del 2014 con pérdidas, y algunos se están planteando si volver o no en la próxima edición, como explicaron ayer durante el desmontaje del recinto ferial. «La feria ha sido malísima. Casi todos nos vamos empeñados y pensando en si vamos a volver o no», indicaron en una de las tómbolas de tiro de Rodríguez Mourelo. El mal tiempo -llovió seis de los nueve días de festejos- y el elevado precio que pagan por instalarse son, a juicio de muchos empresarios, los responsables de la situación. También la crisis económica. «Vino mucha gente a preguntar, pero a comprar poca. Compramos el género a 10 euros y lo vendemos a 15 para ganar algo, pero la gente quiere se lo vendamos a 5», relató Sergio, que vino a Lugo desde Burgos con un puesto de bolsos, y que añadió: «Y la lluvia es culpa de dios, no del ayuntamiento».

«Las autoridades deberían ser más flexibles. La semana antes sabían que iba a llover y tendrían que habernos dejado abrir. Como feriante pones la intención, el trabajo, la ilusión de seguir con algo que heredaste de tus padres, de tus abuelos..., de venir a una fiesta a la que vienes desde que eras niño..., pero no puedes olvidar que esto es un negocio y que si los números no salen no compensa», reflexionaron en uno de los Scalextric de García Portela. En este y en otros negocios criticaron que el Concello siga sin autorizar un «día del niño».

Sin música

La música fue otro de los caballos de batalla. «No es ni medio normal que por veinte vecinos a las diez de la noche haya que apagar la música. ¿Qué hacen las tómbolas sin el micro?», preguntaron.