Un gestor que aguantó con estoicismo los conflictos 

La Voz

LUGO

14 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

García Quintáns tomó posesión de su cargo de gerente del HULA, a principios de marzo del año 2013, en la etapa de Rocío Mosquera como conselleira de Sanidade. Sustituyó en el puesto a Francisco Vilanova Fraga. A García Quintáns, que procedía de la Escola de Directivos Sanitarios de Galicia, de la que era su máximo responsable, le tocó gestionar los recursos lucenses en la etapa más convulsiva de la historia de la sanidad en Lugo. Le coincidieron las protestas para la creación de los servicios de radioterapia, medicina nuclear y hemodinámica para el HULA, que sacaron a la calle a miles de lucenses para exigir su inmediata puesta en marcha y que supusieron la declaración como persona non grata de la anterior conselleira de Sanidade y las famosas «rutas del cáncer».

En estos años también tuvo que enfrentarse a  problemas con el personal por los recortes. El cierre de plantas en verano, que no se volvieron a abrir posteriormente, generó conflictividad, críticas y movilizaciones. García Quintáns aguantó estoicamente todos los chaparrones que le fueron cayendo a lo largo de estos años, que trató de justificar públicamente, entre ellos la deficiente gestión de la crisis del ébola, tras el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero. Se le echaron encima todos los trabajadores que se quejaron de falta de formación y de información. Finalmente quedó de manifiesto que Lugo había hecho los deberes en este sentido ?su responsable de Medicina Preventiva, Carlos Quintas?  y que había colaborado con el resto de los hospitales gallegos, pero no supieron comunicarlo. 

Durante su años de gestión en Lugo,  el gerente del EOXI y otros tres miembros de su equipo fueron investigados por la Fiscalía por el uso para fines particulares de un vehículo del HULA. El procedimiento fue finalmente archivado.