Juicio por el caso Campeón: Una mañana de declaraciones rápidas, solo con preguntas de la acusación y un abogado

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

El juicio concluye esta mañana con Javier Rodríguez insistiendo en defender su inocencia

26 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Soy inocente, eso está claro», dijo Javier Rodríguez en el exterior de la Audiencia Provincial, en la que ayer se celebró la segunda y penúltima sesión del juicio del caso Campeón. Rodríguez, uno de los socios de Proitec, es el único de los 12 acusados que no quiso llegar a un acuerdo con la fiscalía. Está convencido, o al menos eso asegura, de que los jueces están para determinar quién dice la verdad y quién no, porque si no fuera así «meteríamos los folios en un ordenador y saldría la sentencia; estoy tranquilo». En la mañana de ayer prestaron declaración representantes de dos empresas, miembros del servicio de Vigilancia Aduanera y los que fueron administradores concursales de la empresa Nupel, de Jorge Dorribo. A causa de las conformidades alcanzadas por 11 de los acusados, los interrogatorios a los testigos fueron rápidos, porque solo preguntaron la fiscala, en la línea de acusación a Javier Rodríguez, y el abogado de este, José Luis Fiuza, y ocasionalmente la abogada de la Xunta. El presidente del tribunal dio por terminada la sesión de ayer a las 11.30 horas, con un comentario tan irónico como ajustado a la realidad: ante el «silencio inusitado de tantos letrados, hemos concluido». Hoy se reanudará el juicio a las 10, habrá una prueba pericial y lectura de conclusiones.

Al final de la sesión de ayer, el abogado José Luis Fiuza señaló que no se había producido durante las declaraciones «nada inesperado». Destacó que los funcionarios de Vigilancia Aduanera confirmaron en sus declaraciones que había conversaciones de su patrocinado, pero no acreditaron la existencia de reuniones en las que participase en relación con la consecución de las subvenciones a través del Igape. No han podido decir, puntualizó Fiuza, que su defendido hiciese algo para conseguir la subvención o el crédito para la empresa de Dorribo.

Fiuza dijo, por otro lado, que no le sorprendió que, en la primera jornada del juicio, algunos de los acusados que llegaron a acuerdos con la fiscalía hiciesen determinados tipos de apuntes en relación con su defendido. «Era totalmente previsible», señaló. Y añadió: «Desde el momento en que se decidió que íbamos a juicio, ya contábamos con ello. Ni nos ha sorprendido nada, ni creemos que esto cambie absolutamente nada».

Nulidad

El abogado insistió en el convencimiento de la inocencia de su patrocinado, pero indicó que si tienen que recurrir ante otras instancias judiciales seguirán manteniendo «que las causas de nulidad [del proceso] existen». Reconoció que en la decisión de ir a juicio han asumido mucho riesgo, pero «se ha asumido, precisamente, por el convencimiento de su inocencia; si estuviéramos convencidos de la culpabilidad, hubiésemos arreglado de la manera que fuese. Como no es así, y creemos en la Justicia y en la Audiencia, tenemos esperanzas». Dijo también que el de hoy «será un día de verdad importante», en el que cree que «van a quedar a descubierto muchas cosas», algunas de las cuales ya hubieran salido -apuntó- si los acusados hubieran respondido a sus preguntas. Ayer, este letrado lucense preguntó a alguno de los miembros de Vigilancia Aduanera, uno de ellos con responsabilidades de mando, si adoptaron alguna medida para que el dinero del préstamo concedido por el Igape a la empresa de Dorribo no llegase a él: en un caso la respuesta fue «no».