El programa incluyó un ágape en los jardines de la Diputación y una cena en el Círculo de las Artes
11 may 2018 . Actualizado a las 23:36 h.Tras los actos desarrollados en la sede del Colegio oficial, la fiesta de los abogados para celebrar el día de su patrón, San Raimundo de Peñafort, prosiguió en la Diputación Provincial, en cuyos jardines interiores fue servido un ágape. El presidente del Colegio, Félix Mondelo, en calidad de anfitrión, recibió a una amplia representación de la autoridades locales y provinciales, entre ellas, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el portavoz del gobierno local, Miguel Fernández; presidente de la Diputación, Darío Campos, y vicepresidente, Argelio Fernández. También estuvo el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo.
Del mundo judicial, entre otros, asistieron el presidente de la Audiencia Provincial, José Antonio Varela Agrelo; el presidente de la sección segunda de la Audiencia, Edgar Amando Fernández Clos; el fiscal jefe, Roberto Brezmes.
Asistieron igualmente el responsable de la Comandancia de la Guardia Civil, Miguel González; el subdelegado de Defensa, coronel Carlos Boado; el comisario, Antonio Villarín; el comisario de la Policía Autonómica, Javier García Amigo.
En algunos círculos se comentó con notable aceptación el discurso del decano del Colegio, Félix Mondelo, durante la entrega de las medallas de oro a tres letrados con 40 años de ejercicio y la toma de posesión de tres nuevos colegiados, en el que hizo un llamamiento a combatir la banalización de la profesión y a expresar el rechazo de la «denigración vergonzante que se hace de nuestra profesión».
En el pasillo de acceso al salón de plenos se instalaron también algunas mesas. El hostelero Ramiro López, encargado del servicio de hostelería, comprobó personalmente el desarrollo de la atención a los asistentes al acto.
La jornada festiva se prolongó hasta la noche. Hubo una cena en el salón regio del Círculo de las Artes.
Finalmente, como broche del amplio programa festivo, estaba previsto que hubiese baile, amenizado por el grupo Carta de Ajuste.
Homenajean a tres abogados con 40 años de experiencia y juran otros tres letrados
El Colegio de Abogados de Lugo celebró ayer con diversos actos la fiesta de su patrón, San Raimundo de Peñafort. En la sede colegial recibieron la medalla de oro tres letrados que llevan 40 años ejerciendo la profesión, y prestaron juramento o promesa tres abogados que inician su carrera. Los tres veteranos son José Eduardo González-Seco Iglesias, Benjamín Baamonde Ibáñez y Miguel Ángel Vázquez González. Los tres hicieron repaso para La Voz de los grandes cambios experimentados por la profesión desde los días en los que se estrenaron en ella.
Miguel Vázquez González: «Cambió radicalmente. Por un lado, pasamos de despachos fundamentalmente individuales a despachos que están muy especializados. También cambiaron las herramientas de trabajo, y pasamos de las colecciones en papel a la informatización de la información necesaria. También son muy distintas las relaciones con los compañeros; cuando empecé, éramos muy pocos y nos conocíamos todos. Hoy somos muchos más. Antes, los asuntos los llevaban los abogados de cada ciudad y ahora vienen desde Madrid y Barcelona, incluso por pleitos de menos de 6.000 euros».
José González-Seco: «Antes todo se escribía a máquina mecánica y hoy todo son ordenadores. Las leyes en 40 años cambiaron enormemente. Yo empecé cuando empezaba la Constitución y desde entonces, fíjese, cuántos cambios. En cuanto a los pleitos, yo, que soy abogado de pueblo (Mondoñedo), antes la mayoría de los que llevaba eran relacionados con fincas rústicas; servidumbres, aguas, herencias, etcétera. Lo más frecuente eran cuestiones relacionadas con daños causados por animales, accidentes de tráfico, riñas de vecinos; ahora problemas con los bancos, arrendamientos, etcétera».
Benjamín Baamonde Ibáñez: «Cambió todo: el ambiente, el material de trabajo, las disposiciones legales. En la actualidad hay más presión porque los pleitos son más complejos que entonces».
Tanto José González-Seco como Benjamín Baamonde, al recoger sus medallas, tuvieron palabras de recuerdo para quien era el decano del Colegio cuando ellos juraron el cargo, el galleguista, Pedro González. González-Seco recordó también, en calidad de mentor, a Constantino Díaz Pérez y a su tío y notario de Mondoñedo, con el que vivió, Jesús Olabarría; dijo que le causa especial satisfacción que su hijo Adrián sea también abogado..Por su lado, Miguel Vázquez aseguró que no tiene la sensación de llevar ya 40 años de profesión. A los que ayer juraban como abogados les recomendó relativizar lo negativo de la profesión y separar el trabajo de la familia, algo que, reconoció abiertamente, él no logró.
Jorge Neira Rodríguez, un ex guardia civil que investiga a fondo
El padrino de Jorge Neira Rodríguez fue el decano del Colegio de Abogados, Félix Mondelo. Destacó que el nuevo colegiado fue guardia civil, que estudió en la UNED y cursó el máster en Lugo. Destacó de él que investiga a fondo los asuntos y resaltó su persistencia.
María Jesús Sánchez, una licenciada de la Universitat Oberta
Alicia Rozas avaló a María Jesús Sánchez Suárez, que se licenció en la Universitat Oberta; el máster, en la USC. Rozas dijo que Sánchez Suárez estará a la altura de todo lo que se espera de un buen abogado. Recordó que es la única profesión en la que se da la toma de posesión.
Katherine Varela, especialista en contabilidad y empresa
La monfortina Katherine Varela tuvo por padrino a Antonio López-Acuña. Estudió la carrera en A Coruña, ciudad en la que efectuó la práctica jurídica. Durante casi diez años trabajó en el sector de la banca. Tiene despacho en la ciudad del Cabe y está especializada en contabilidad y empresa.
Mondelo: «Hay que volver a poner en valor la profesión y alejarla de los focos mediáticos»
El decano del Colegio de Abogados, Félix Mondelo, que preside el Consello da Abogacía Galega, hizo un llamamiento a «volver a poner en valor la profesión, alejarla de los focos mediáticos y atender a nuestras obligaciones». En su discurso, destacó que los cambios experimentados por la profesión no han sido siempre para bien, y avisó contra la banalización por los propios profesionales. Hizo una alusión crítica con respecto a lo que genéricamente se denomina abogacía low cost, y citó ofertas de divorcios exprés, ofertas sin cobra de consulta y consultas a domicilio. De los tres homenajeados ayer, dijo: «Son verdaderos y auténticos abogados en el sentido más amplio de la palabra».