Un túnel de descontaminación y robots teledirigidos para demoler el Xeral

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

El derribo está sometido a estrictas normas de seguridad por la presencia de amianto

28 nov 2018 . Actualizado a las 21:57 h.

La empresa pública Tragsa tendrá que demoler y desescombrar un edificio, el del antiguo Xeral, que ocupa 77.959 metros cúbicos. Está descartado el sistema de voladura controlada para derribar esta construcción, inaugurada en el año 1972, y que está abandonada desde 2011. Se desestimó este sistema, no solo por el riesgo alto de movimientos vibratorios al impactar los forjados con el suelo, que podrían poner en peligro la integridad y las viviendas y personas, sino por otra razón fundamental, el riesgo de contaminación por la presencia de amianto. Por este motivo la retirada de estos residuos la realizará una empresa especializada, que deberá adoptar una serie de medidas de protección individual y colectivas del personal, entre ellos la instalación de túneles de acceso restringido a las zonas de trabajo delimitadas y la filtración del agua usada, antes de su vertido a la red general.

Tragsa, a la espera de la aprobación de la licencia solicitada, que irá a la junta de gobierno de hoy, después de que el Sergas depositara las tasas, inició los trabajos de retirada de todo el material aprovechable o reciclable. El derribo tiene el visto bueno inicial, según explicaron recientemente fuentes del Concello de Lugo y solamente faltaba ese trámite.

Retiran la vidriera de la capilla

Operarios del Sergas empezaron en esta semana a retirar climatizadores, maquinaria de depuración de piscina, tuberías de cobre, conductos de aire acondicionado, rejas metálicas, puertas metálicas, láminas de plomo que recubren zonas de rayos X, TAC y ecografías y todo el material que pueda ser reutilizado. Ayer mismo retiraron, uno por uno, los componentes de la vidriera de la antigua capilla, que serán depositados en almacenes del Sergas, a la espera de un destino.

La demolición, según el proyecto básico de ejecución del derribo del viejo Xeral, redactado por el arquitecto Santiago Catalán, advierte de la existencia de materiales de amianto que podrían producir «una disgregación y la consecuente contaminación con fibras de amianto del entorno». El plan consta de un apartado especial para la retirada de este tipo de materiales, presentes no solo en la cubierta del edificio (las uralitas de los años 70) sino también en las bovedillas de fibrocemento, típicas de las estructuras de los edificios hospitalarios de los años 70, como el de Vigo, y en los pavimentos de vinilo. En informe del arquitecto recoge que no se sabe con total seguridad la totalidad de las partes del edificio que pueden contener fibrocemento.

Elementos deteriorados

El arquitecto comprobó en las visitas que realizó al inmueble que hay algunos elementos que están muy deteriorados, por lo que sugiere que algunas zonas sean apuntaladas o reforzadas para evitar derrumbes, antes de empezar la demolición de un edificio, del que no tuvo acceso a los planos.

Los operarios comenzarán a derribar el Xeral, elemento a elemento en el interior y mediante demolición mecánica por disgregación controlada de la estructura envolvente, para lo que utilizarán robots teledirigidos, equipados con martillos neumáticos. Empezarán por la planta bajo cubierta, después de aislar el recinto del exterior. No está prevista la ocupación permanente de la calle, aunque sí limitaciones temporales en Serra de Outes.

El plan de demolición contempla mediciones del contenido de fibras de amianto en el aire por si fuera necesario tomar medidas de protección especiales.