Luces láser, aspersores y barreras contra las 600 horas anuales de niebla en la A-8

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El tramo más cercano al alto de O Fiouco tendrá un nuevo sistema de balizas para evitar los problemas de visibilidad

19 sep 2019 . Actualizado a las 20:18 h.

Luces con sistema láser, aspersores para alejar la niebla o barreras en los márgenes de la calzada son algunas de las medidas que figuran como posibles soluciones al problema de la niebla de la A-8 en el entorno de O Fiouco (A Pastoriza). La falta de visibilidad obliga a menudo a cerrar la autovía en los 16 kilómetros que van de Arroxo (Lourenzá) a A Xesta (Abadín), que ha quedado cortada más de 2.100 horas desde hace tres años, más de 600 anuales.

Esas tres soluciones figuran en el grupo de siete medidas seleccionadas, cuya contratación cerró el Ministerio de Fomento con una inversión de dos millones de euros y que están agrupadas en dos categorías. Una de ellas es la definida como sistemas de ayuda a la conducción en momentos de niebla; la otra se presenta como un conjunto de soluciones innovadoras para aislar, eliminar o desplazar la niebla. En la primera categoría entran el sistema de balizamiento lateral con luz láser, un sistema de señalización horizontal con luces led sobre la calzada y un sistema de luces inteligentes. En la segunda figuran un sistema de aspersores con materiales higroscópicos -que captan la humedad ambiental-, la colocación de barreras aerodinámicas cortavientos, la instalación de estructuras de hormigón con aberturas laterales y la combinación de barreras estáticas y dinámicas.

Serán seleccionadas dos medidas de cada categoría tras haberse probado en terrenos cercanos a la A-8, como recordó ayer, en Lugo, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada. La solución final, precisó, puede ser una que incluya aspectos de varias de las propuestas citadas. El delegado afirmó que en el 2020 se sabrá qué sistema es el elegido para después adjudicarlo.

Por otro lado, el tramo de la A-8 más cercano al alto de O Fiouco (situado a 698 metros, la cota de mayor altitud de la transcantábrica) tendrá un nuevo sistema de balizas que persigue reducir el número de horas de cierre de la vía dando mayor seguridad a los conductores. Como explicó Javier Losada ayer, la medida supondrá que la A-8 se cierre cuando la visibilidad mínima sea de 30 metros en lugar de los 40 actuales. Está calculado, dijo, que con la entrada en funcionamiento de ese sistema se reduzcan prácticamente a la tercera parte las horas de cierre por niebla, pasando de las 600 anuales a unas 100. De la ejecución del proyecto se está encargando la Dirección General de Tráfico.