El gobierno provincial licita las obras de reforma del frontal del edificio por 120.000 euros
20 ago 2021 . Actualizado a las 17:48 h.La junta de gobierno de la Diputación de Lugo acaba de aprobar la licitación de la reforma de la fachada del palacio de San Marcos por un importe de 120.000 euros. Los trabajos incluyen la pintura, reparación de mampostería agrietada y pintado del salón de pleno, dañado por la entrada de humedades antes de que el pasado año se cambiase toda la cubierta.
Quizás el cambio estético más destacado es que la fachada del edificio recuperará las letras que había en su entrada. Se colocarán en acero pintado las palabras «Deputación Provincial de Lugo». El presidente provincial, José Tomé, señaló que con la recuperación de estas letras se identificará mejor «un edificio histórico e emblemático da cidade, e ademais estamos a ver que moitos turistas se paran diante del e preguntan que hai neste palacios».
La eliminación de las letras del palacio de San Marcos se produjo a finales del último mandato de Francisco Cacharro como presidente provincial, que preparó el edificio antes del cambio estético que sufrió la plaza durante las obras de peatonalización entre finales de la primera década e inicios de la segunda del siglo XXI.
Tomé apuntó que con la reforma de la fachada quieren garantizar la conservación del edificio y darle mayor presencia entre los monumentos de la ciudad. El palacios de San Marcos fue diseñado en su proyecto inicial por el arquitecto Ángel Cosín y Martín en 1866, mientras que la fachada actual fue diseñada a finales del siglo XIX por el arquitecto Nemesio Cobreros. Nació como hospital y posteriormente sirvió de biblioteca, instituto y luego sede de la Diputación Provincial.
La la largo de su historia sufrió varios cambios. La verja inicial fue sustituida por un pequeño muro que separaba la calle de San Marcos del edificio. La fachada diseñada por Cobreros en 1885, con los escudos de los partidos judiciales y el de Lugo, mientras cuatro leones inspirados en los desaparecidos de la fuente de la Praza Maior, remataban las columnas. La reforma de los años 40 añadió al cuerpo central un remate con una hornacina, que estaría ocupada por el yugo y las flechas hasta finales de los 70. Con las obras de peatonalización, con cargo a los fondos Urban, hubo una reordenación de toda la plaza y la fachada, de la que además se quitaron las banderas, que se colocaron en la propia plaza.
