Vanessa Abelairas elabora estas piezas de manera artesanal desde su taller en Begonte
28 may 2022 . Actualizado a las 20:14 h.Hablar a través de una chapa, eso es lo que consigue Vanessa Abelairas a través de su marca. «La Chapera» surge como un proyecto muy personal a través del que esta lucense hace «deseños de temas e traballos que me moven persoalmente e que conectan coa xente», cuenta. El feminismo, el amor por Galicia y el humor tienen cabida en sus creaciones que son completamente artesanales.
Esta fotógrafa, que también estudió Escultura en la EASD Ramón Falcón y que cuenta con conocimientos en Diseño Gráfico, siempre tuvo interés por la artesanía y por la elaboración manual. Sin embargo, que las chapas se convirtieran en su particular modo de expresión fue una casualidad. Junto a una amiga, desarrolló una iniciativa para contar la historia de Las dos Marías de Compostela. Fue a partir de este momento, cuando empezó a producir los complementos que comercializa a través de su firma de manera profesional desde 2019.
Desde su taller en Begonte, se encarga de todo el proceso, tanto del diseño como de la fabricación de la propia chapa, así como del packaging y del envío. Las creaciones de sus primeras colecciones partían de un boceto a ordenador, de carácter sobrio y, generalmente, protagonizado por frases con una intención satírica.
Collage fotográfico manual
Actualmente, está centrada en el collage fotográfico, especialmente en el manual, que para ella supone retomar el amor por la imagen e incluirla en la firma. Para la elaboración de este tipo de piezas, en las que se siente «máis artista», hace primero una composición física, que le puede llevar hasta todo un día configurarla. Luego, la traslada al complemento, por lo que el resultado es «unha peza única e especial», destaca.
La cultura audiovisual no es lo único que tiene pegada en sus diseños, porque «que teñan a capacidade de expresar algo» es lo que busca esta artesana a través de sus colecciones. El carácter reivindicativo de «La Chapera» se encuentra, por ejemplo, en sus chapas feministas, hechas de tela, que incluyen un triángulo invertido, símbolo de la mujer. Estas piezas, que presentan «un deseño moi festivo», son las favoritas entre sus clientes más pequeños a los que traslada la necesidad de «facer do feminismo algo polo que loitar e que manter», argumenta.
Homenaje a Galicia
El amor por lo propio lo recoge a través de su colección «Galiza Namora», en la que el mar y la costa son su fuente de inspiración, aunque espera incorporar pronto lugares emblemáticos del interior de la comunidad. En este caso, las piezas exigen una mayor complejidad porque parte de una impresión textil que necesita un acabado que fije el color.
Estos acabados menos habituales aportan un toque más artesanal, para que «se vexa que non son producidas de maneira industrial», cuenta la artista. Su entorno también tiene su influencia en su trabajo, de hecho, Mambrú y Charito, sus dos gatos, inspiraron la línea «Sociógata», una de las que mejor funciona y a través de las que traslada frases con un toque de humor.
El aprendizaje para ella no tiene límites, porque asegura que el suyo es un sector en el que «hai que estar formándose continuamente», unos conocimientos que también comparte a través de los talleres que imparte. Esta labor docente surgió «para ampliar o meu traballo e as miñas posibilidades», tras ver el gran interés que despertaban sus creaciones.
Aunque comercializa sus piezas a través de su web, la crisis sanitaria paralizó su actividad, ya que impidió la organización de ferias. A estas dificultades, se le suma el cierre de algunas de las tiendas en las que vendía sus productos, principalmente fuera de la comunidad. Sin embargo, Vanessa asegura que la elaboración manual atraviesa un buen momento en el que se «valora a artesanía tanto a tradicional como as novas incorporacións». Por ello, apuesta por su marca y espera seguir aumentando sus colecciones y encontrando inspiración «en todo o que vexo, o que estudo e na propia actualidade».