Jaime López, secretario de la CEL: «El corte de la A-6 causa problemas de competitividad a las empresas de A Coruña y Lugo»

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

Jaime López, gerente de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL).
Jaime López, gerente de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL). ALBERTO LÓPEZ

El secretario general de los empresarios lucenses pidió al Gobierno medidas de apoyo para paliar las pérdidas de tiempo y el incremento de los costes

22 jun 2022 . Actualizado a las 20:53 h.

El secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL), Jaime López, expuso en la reunión que mantuvieron con el delegado del Gobierno, José Miñones, la gran preocupación que tienen los empresarios de las provincias de Lugo y A Coruña por los daños económicos que supone el corte de la A-6 por el derrumbe del viaducto de O Castro y el desvío del tráfico por la N-VI, incluido el paso del tránsito por el centro de Pedrafita.

«Este corte está suponiendo muchas pérdidas a las empresas tanto en productividad como en competitividad, porque a nivel de comunicación es volver al siglo pasado, cuando nuestras empresas tienen que entregar sus productos en la Meseta con más costes económicos y de tiempo», explica Jaime López.

El secretario general de los empresarios lucenses explica que el corte de la A-6 no solo supone un retraso de entre 20 y 30 minutos en el transporte de los productos gallegos si no que además genera un problema de falta de predicción en las entregas «porque la vía que actualmente hay que utilizar, la N-VI, está sin preparar para este volumen de tráfico y se pueden producir retrasos que no están previstos, y que influye en las entregas». En este sentido, señaló que los transportistas ya le han avisado de averías en la subida de acceso de la A-6 a Pedrafita que generó un problema de tráfico.

En la reunión de los empresarios con el Gobierno se solicitaron medidas de apoyo a las empresas de Lugo y A Coruña afectadas por el corte, «que por lo que vemos tiene una duración impredecible». Jaime López explicó que si el escenario de regreso a la normalidad del tráfico es de uno o dos años, «nuestras empresas no van a poder competir en igualdad de condiciones, que por ejemplo las de Pontevedra o Ourense, o otras partes de España, por lo que cualquier pérdida de competitividad puede afectar a que los clientes cambien de proveedores y prefieran tener garantizado los productos de un lugar con garantías de transporte».

El portavoz de los empresarios lucenses señaló que Galicia tiene fortalezas que pueden paliar la pérdida de clientes, «ya que somos la despensa de gran parte de España gracias a nuestros productos frescos, de carne, pesca o lácteos. Es una dependencia que nos hace fuertes, pero el corte de la autovía nos lastra la competitividad».

En este sentido, Jaime López pide que se diseñe un plan entre el Gobierno y la Xunta para que se aporten ayudas a las empresas que se van a ver afectadas por la crisis del viaducto de O Castro.

También recordó que el corte de la autovía supone un problema para el turismo del norte de Galicia y para las empresas que aportan servicios a este sector. «Es evidente que si los turistas perciben que existe un problema para entrar o salir, que se generan molestias en los picos de temporada alta, va a influir», señaló Jaime López.

Falta de comunicaciones con la Meseta

El secretario general de los empresarios de Lugo aprovechó la reunión con el delegado del Gobierno para recordarle que si el Estado hubiese agilizado desde hace años las autovías pendientes del interior de Galicia, el problema de la A-6 sería menor. «El corte de la A-6 demuestra la debilidad de conexión que tenemos, porque somos la periferia de la periferia». Lamentó que en el 2022 «no exista ni rastro de la autovía de Lugo a Ourense», que serviría precisamente para derivar el tráfico por la A-52. «Y la ejecución de la A-76 (Ponferrada-Valdeorras-Monforte-Ourense) supondría un polo de desarrollo empresarial, pero claro, a día de hoy no tenemos alternativa, más allá de el uso de la vieja N-VI o la AP-9 para los transportes especiales.