Entran en prisión los tres condenados por abusar sexualmente de una niña de su familia en Baleira hasta dejarla embarazada

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Alberto López

La hermana y el cuñado de la víctima ingresaron ayer al mediodía en Bonxe, pero el tercer implicado no lo hizo hasta la tarde. Todos aceptaron una pena de tres años tras reconocer haber sometido a la pequeña durante toda su infancia

27 abr 2023 . Actualizado a las 00:17 h.

Tras más de tres meses de espera, los tres condenados por abusar sexualmente de una niña de su familia en el municipio lucense de Baleira ingresaron este miércoles en la prisión de Bonxe. La hermana y el cuñado de la víctima se presentaron en la cárcel a eso de las 13.15 horas, mientras que el hermano del anterior lo hizo a eso de las 17.45. Todos aceptaron una pena de tres años de prisión por abusar sexualmente de una niña de su familia durante toda su infancia, hasta que quedó embarazada con 13 años y tuvo que dar en adopción a su bebé.

Primero, ingresaron en el centro penitenciario del municipio de Outeiro de Rei la hermana de la víctima y su marido. El hermano de este, el tercer condenado, lo hizo unas horas más tarde. Todos acudieron voluntariamente a Bonxe para cumplir el plazo que les dio el juzgado el pasado día 11. Al recoger la notificación de la Audiencia Provincial, arrancó el plazo de diez días laborables que tenían legalmente para entrar en prisión. Ese período terminaba este miércoles, por lo que los condenados apuraron el plazo al máximo

La pareja fue trasladada por unos familiares en coche y entraron a la cárcel cargados de bolsas. El tercer implicado llegó más tarde y vino de otro municipio de la provincia, donde residía hasta ahora.

Podrían disfrutar de permisos este mismo año

La hermana de la víctima entrará en el módulo de mujeres, mientras que su marido y su cuñado irán al masculino. A partir de este miércoles, empieza a contar su estancia en prisión. En Bonxe llevan semanas advertidos de la llegada de los que son sus internos más mediáticos en años. Los implicados, sin embargo, podrían empezar a disfrutar de permisos en apenas unos meses, cuando cumplan un cuarto de su pena. Todo dependerá de su comportamiento en prisión y de las decisiones de la Junta de tratamiento de la cárcel de Bonxe.

El matrimonio condenado (la hermana de la víctima y su marido), tienen dos hijos menores. Estos, que viven en la misma casa en la que se produjeron los abusos, quedarán a cargo de su abuela, a la que los condenados dejaron ya como tutora legal de los pequeños mientras estén en prisión.

Un suceso que puso a Baleira en todas las portadas

Nadie en Baleira sabía qué estaba pasando en una de las casas de la pequeña localidad de la montaña lucense hasta que llegó el día del juicio. Desde que tenía 7 años hasta que cumplió los 13, una niña fue violada de manera habitual por la pareja de su hermana mayor y por un hermano de este en el domicilio familiar. Ella lo permitía todo e incluso lo promovía, según la sentencia.

Los abusos se produjeron desde el 2008 hasta el 2015. La víctima tenía 13 años cuando se quedó embarazada. Tras una prueba de ADN, el juzgado acreditó que su cuñado, pareja de su hermana mayor, era el padre biológico del bebé. 

Según la sentencia que acataron los condenados, la pequeña «llevó adelante el embarazo en total soledad, dando a luz sin apoyo familiar y entregando al menor en adopción, y pasando a residir a partir de ese momento fuera de su entorno familiar». Entonces, pasó a estar bajo tutela de la Xunta, y su familia quedó bajo el foco de unos supuestos abusos sexuales que quedaron probados en el juicio.

Los dos hombres y la hermana de la víctima fueron condenados a tres años de prisión tras llegar a un acuerdo de conformidad. La Fiscalía pedía 11, pero se les redujo la pena porque el proceso se extendió demasiado (llegó a estar incluso archivado) y porque indemnizaron a la víctima con 50.000 euros antes incluso del juicio.

Manifestaciones contra la rebaja de pena

Aun estando ya bajo tutela de la Xunta, la pequeña seguía visitando a sus familiares durante varios fines de semana cada mes. No fue hasta que se destaparon los abusos cuando dejó de ir. La hermana de la pequeña, condenada por promover los hechos, estuvo trabajando como monitora en el autobús escolar del colegio de Baleira hasta la semana del juicio. 

Todos estos detalles provocaron un gran rechazo por parte de los vecinos de la zona, pero también de todos los gallegos. El Ayuntamiento de Baleira organizó manifestaciones de repulsa (igual que colectivos feministas) y pidió el cumplimiento íntegro de las penas por parte de los condenados. Incluso se convocó un pleno extraordinario en su consistorio. 

Ahora, tres meses después de la condena, los implicados ya están en prisión. Está por ver si cumplen los tres años a los que fueron condenados o si, gracias a algún permiso, salen a la calle antes.