Manuel Pallín, ilustrador en Lugo: «Habrá quien crea que las castrexas eran más feas, pero esta es mi visión»
LUGO
El artista tiene previsto acabar la obra esta semana para «dar paso al Arde Lucus»
23 may 2023 . Actualizado a las 16:14 h.El ilustrador Manuel Pallín, que lleva más de veinte años pintado murales, ha sido el encargado de ejecutar el de la castrexa Copora, nombre elegido para ella en honor a una tribu, situada en el edificio de Suministros La Ronda, en el 158, junto a la Porta Miñá, y que el artista tiene previsto terminar esta misma semana para «ir haciendo paso al Arde Lucus».
—¿Que supuso para usted hacerse cargo de este mural?
—Es todo un honor poder formar parte de un proyecto así, porque la cultura castrexa forma parte de la historia de esta ciudad, y coincide además con las vísperas del Arde Lucus, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Es algo que los lucenses sienten muy suyos, y yo también, por eso quiero que la gente se siente representada al mirarlo. He puesto todo mi cariño para que la gente se sienta orgullosa de lo que fue su pueblo.
—¿Cómo fue el proceso de documentación hasta llegar a formar el dibujo de esta castrexa?
—Inicialmente, yo presenté mi propuesta, pero tuvo que pasar muchos filtros de patrimonio para que la imagen fuese en consonancia con el entorno y para que tuviese una base documental adecuada. Tuve que adaptarme a la cromática, que se reduce a marrones y verdes, y esa es una de las mayores dificultades a la hora de ejecutar la obra, porque es complicado ejecutarla con esta paleta tan reducida.
—¿Qué le parecieron las críticas con respecto al cambio de la cara de la castrexa, que distaba bastante del boceto inicial?
—La obra no estaba terminada, y ni siquiera a mi me convencía en ese momento. Criticar una obra que está a medias es como hablar de un coche sin ruedas, y cuando se armó todo el revuelo, todavía estaba en proceso de construcción. Esto es un continuo ejercicio de modificación, y la gente podrá juzgarla cuando esté terminada. También hice otros cambios en el bosque y nadie se fijó, quizás porque la cara es una parte más sensible a ojos de la gente.
—¿Se trata de una castrexa fiel a la época, o es una versión más moderna?
—No tenemos bases documentadas de la imagen de una castrexa como tal, las descripciones que tenemos de ellas fueron hechas por los romanos, pero es cierto que he intentado apoyarme en toda la información que me han facilitado desde el Museo Provincial de Lugo, pero cada uno podrá hacer sus conjeturas. Habrá gente que piense que las castrexas podrían tener facciones más grotescas, rudas o feas, pero esta es mi visión de ellas.
—La plataforma Midjourney ha publicado recientemente unas ilustraciones de las señoras de toda España, realizadas a través de un sistema de inteligencia artificial, para conocer sus rostros en el futuro. ¿Se planteó hacer un trabajo de este tipo para ser lo más fiel posible a la realidad?
—La verdad es que no. Nosotros hemos intentado mantener el máximo rigor histórico posible, pero, al final, todo son conjeturas, porque la interpretación artística va más allá que un algoritmo. Yo trabajo en función del tejido, los colores, las figuras y demás. Como no tenemos referencias de la cara de una castrexa, cada uno puede crearse su imagen.
—Después del éxito del Julio César de Diego As, ¿se sintió presionado a la hora de llevar a cabo este trabajo?
—Ni lo más mínimo, porque cada uno tiene un estilo diferente y lo único que me preocupa es hacerlo lo mejor posible dentro de mis posibilidades. Mi mayor competencia soy yo mismo, porque soy el que más me exijo, pero sin comparaciones.