Así fue el reto de dos lucenses por el insomnio fatal: «Fixemos 11 horas de bici nun día»

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

LUGO

Pablo González y Jacobo Goás
Pablo González y Jacobo Goás oscar cela

Jacobo y Pablo lograron hacer 800 kilómetros del Camino de Santiago en cuatro días

13 jun 2023 . Actualizado a las 14:40 h.

Del pasado miércoles al sábado, dos lucenses se pasaron el día encima de la bicicleta a pesar de las inclemencias del tiempo porque querían lograr un reto que llamase la atención. Y así fue. Jacobo Góas y Pablo González llegaron desde Irún hasta la Praza do Obradoiro en cuatro días para difundir la enfermedad del insomnio familiar fatal, que acabó con la vida del hermano de Jacobo a los 49 años. 

«Estamos moi contentos por chegar e por dar a coñecer a enfermidade», explica Pablo. Esta dolencia impide dormir y produce la muerte en unos meses, no tiene tratamiento. Antes de empezar a pedalear, el reto ya parecía duro pero los dos lucenses no contaban con complicaciones del tiempo. «Os tres primeiros días foron moi duros, pasábamos de estar a 30 grados a intensas tormentas», recuerda.

Los dos ciclistas tuvieron que soportar lluvias durante unos 30 o 40 kilómetros. La primera jornada, de Irún a Santander, recorrieron 255 kilómetros. Pedalearon durante 11 horas, por tramos que sumaron 5.000 metros de desnivel. «Saímos ás nove da mañá e chegamos case ás dez da noite». 

Los siguientes días, redujeron las horas de trayecto, entre seis y ocho, pero el tiempo siguió yendo en su contra. De Santander a Gijón recorrieron 195 kilómetros y hasta Ribadeo otros 156. Los acompañaron las altas temperaturas y las lluvias. Antes de llegar a la localidad lucense sufrieron su único inconveniente, con el pinchazo de una rueda. 

«En ningún momento pensamos en parar», asegura González. La ilusión que les llevó a hacer el reto no loa abandonó en ningún momento. «Chegou un momento que nos daba igual a chuvia, polo menos non facía frío».

Después de tres días duros, el cuarto ya arrancaron con muchas ganas de poder llegar a Santiago de Compostela, que les quedaba a 174 kilómetros. Tras unos días de recuperación después del intenso reto concluyen que cumplieron sus objetivos. 

«Tivo moita repercusión sobre todo en Galicia, moita xente deunos ánimos e apoio porque non sabían que existía esta enfermidade. O noso obxectivo era visibilizala», explica. Además, también recaudaban fondos para la Fundación Española de Enfermedades Priónicas, la única entidad que investiga sobre el insomnio familiar fatal. 

Aunque todavía no saben la cantidad exacta que pudieron acumular, aseguran que están satisfechos con las donaciones.