La Junta Electoral ordenó al Ministerio de Trabajo adaptar la sede Sindical de Lugo a personas con movilidad reducida, ya que solo tiene entradas con escaleras
23 jul 2023 . Actualizado a las 22:32 h.En el número 58 en la Ronda da Muralla, el Ministerio de Trabajo sitúa el edificio de Sindicatos, que vela por defender a los trabajadores pero no puede dar el mismo trato a quien sufre movilidad reducida. Tres puertas con escaleras y un ascensor totalmente abandonado hacen imposible que accedan personas con sillas de ruedas. La propia Junta Electoral ordenó ahora que se adapte el edificio.
La denuncia por el deteriorado estado del montacargas podría haberse dado hace años, ya que lleva tiempo sin usarse acumulando basura o colillas. Sin embargo, quien se plantó ante la falta de accesibilidad fue Rosario do Campo, una lucense que tuvo que acudir a votar a este edificio en silla de ruedas tras romperse la tibia y el peroné. «Si una persona con problemas de movilidad quiere hacerle una consulta a un sindicato, ¿cómo entra?», se preguntó.
La entrada principal del inmueble del Ministerio de Trabajo solo tiene acceso por escaleras, igual que otras dos puertas más pequeñas que hay a unos metros en el propio edificio. El ascensor no funciona y tampoco hay rampas. El pasado 28 de mayo, los componentes de la mesa electoral tuvieron que salir al exterior con urna y papeles en mano para que Rosario pudiese ejercer su derecho al voto.
«Les dije claramente que me estaban discriminando», recuerda. Por suerte, para esta lucense el uso de silla de ruedas es temporal, pero en el período que ha tenido que recurrir a ella se ha dado cuenta de las barreras que todavía existen en la ciudad. Eso sí, asegura que los edificios públicos de Lugo, en su mayoría, sí están bien adaptados. No como el del Ministerio de Trabajo: «No me explico como el edificio Sindical todavía no es accesible, por eso decidí quejarme». Algunos inmuebles más antiguos, aunque en su puerta principal solo cuenten con escaleras, tienen montacargas o entradas secundarias adaptadas.
Esta lucense se puso en contacto con la asociación Auxilia, que presentó un escrito ante la Junta Electoral. Además, registró una queja al Valedor do Pobo, que la trasladó al Defensor del Pueblo, del que todavía no tuvo respuesta.
El único organismo que ya se pronunció fue la Junta Electoral, que ordenó al Ministerio que modifique el local o busque soluciones alternativas al acceso. Asimismo, para las próximas elecciones generales del 23 de julio, deberán aplicar una medida provisional para habilitar un servicio de acompañamiento a personas que lo soliciten a través de un número de teléfono que estará en la entrada.
Sin embargo, el edificio de Lugo no parece tener ninguna entrada habilitada, ya que todas cuentan solo con escaleras. «Si habilitan una entrada diferente a la del resto de ciudadanos me sentiré diferente», recalca Rosario. La lucense ahora tan solo necesita muletas. El edificio que defiende los derechos de los trabajadores se le complica el derecho al voto.