Llamada de atención por la falta de conservación de las obras que hay en las calles de Lugo de Paco Pestana
LUGO
El Consello da Cultura Galega organizó una jornada sobre relevancia del artista lucense, fallecido hace dos años
24 oct 2023 . Actualizado a las 16:59 h.Paco Pestana (Castroverde, 1949-Lugo, 2021) fue más que un artista. Así se pudo comprobar en la jornada que el Consello da Cultura Galega le dedicó en O Vello Cárcere, dentro de su programa Revisando a nosa arte, y en la que diferentes especialistas y amigos del creador lucense pusieron de manifiesto la importancia y relevancia de su obra y su legado tanto en la cultura gallega como en la ciudad de Lugo. Pero también sirvió la jornada para denunciar el mal estado de conservación que tienen algunas de sus obras que se pueden ver al aire libre en las calles de Lugo ciudad.
Un buen ejemplo de la simbiosis de la ciudad y Pestana son las obras que tiene en diferentes puntos de la ciudad y que se hallan en mal estado de conservación, como el Sebastián Alanceado, en la Praza Roxa, que está descabezado. Otras obras en espacios públicos están en el Carril dos Indios, el homenaje a López Mella en el Parque de Frigsa o la figura de un hombre encadenado que hay junto a las Casas Sindicais, en Lamas de Prado.
Sobre este aspecto del Pestana callejero habló el artista y galerista Jorge Espiral, en una mesa redonda en la que participaron otros amigos del creador lucense, como Santiago Catalán. Miguel Anxo Macía, Lomarti y Rosario Sarmiento. Espiral pidió al Concello más atención y conservación para las obras que hay de Pestana por diferentes puntos de la ciudad, ya que se encuentran con daños, pintadas o sin limpiar. Al parecer, la concejala de Cultura, Maite Ferreiro, que dio la bienvenida a los asistentes a la jornada, dijo que tomaban nota para intentar mejorar la imagen de las obras callejeras de Pestana.
Una figura más allá de artista
Los amigos de Pestana dibujaron su figura, más allá de un artista enorme. Macía, por ejemplo, fue el autor en el 2005 de una tesis doctoral sobre el artista, centrada en su faceta de escultor, pero ayer destacaba que su talento y obras iba más allá de la de un moldeador de creaciones con raíces en la naturaleza. Lomarti dibujo un Pestana menos conocido, el más íntimo, o el Pestana anterior a ser reconocido como artista. Catalán recordó al Pestana que se encuentra en edificios públicos y cuya obra sigue de esta forma viva y presente.
La jornada del Consello Galego da Cultura incluyó una muestra de fotografías, que mostraron todas las facetas de Pestana, desde la de artista, a la de hombre, vecino, gallego, intelectual, festeiro y poeta. Porque Pestana también lo fue, como puso de manifiesto el que fuera director del Museo Reina Sofía, Juan Miguel Bonet.
Este especialista en arte repasó la obra y la vida de Pestana, dejando algunas conclusiones en el aire. Por un lado dijo: «Hay una biografía por hacer de Pestana»; y por otra parte, señaló: «Sería bueno que se editase toda la poesía que hizo Pestana, que está dispersa en muchos catálogos». Bonet —que expuso las características más destacadas del arte de Pestana, cuyas obras tienen referencias a los juegos, a la naturaleza, a la modernidad urbana, a lo rural, a las raíces dela tierra— destacó la faceta popular tanto de la vida como de la obra de Pestana.
La jornada finalizó con un paseo por el Museo Provincial, donde su directora, Aurelia Balseiro, habló sobre las obras de Pestana en el museo, un centro cultural al que siempre acudía para apoyar cualquier iniciativa.
Juan Miguel Bonet: «Paco formaba parte del paisaje urbano, y eso no es frecuente en un creador»
Juan Miguel Bonet fue amigo y estudioso de la obra de Pestana. Los dos trabajaron en la gran exposición que el Museo Provincial le brindó a otro gran creador lucense, José Vázquez Cereijo. Bonet quiso destacar la enorme vinculación que tuvo Pestana con su ciudad: «No es muy frecuente este tipo de relaciones, y Lugo adoptó a este creador. Es como si la gente se diese cuenta que tenían una figura que se salía de lo normal», explicó el que fuera director del Museo Reina Sofía y del Instituto Cervantes.
Bonet señaló que Pestana se había creado un personaje público, a semejanza de un actor «que formaba parte del paisaje urbano y cotidiano de los vecinos del centro de la ciudad y de su barrio de A Milagrosa». A través de fotos y carteles, este especialista en arte dibujó el trazo de un Pestana cercano al pueblo, destacando como a los pocos días de fallecer ya se le había dedicado un banco en la ciudad, en la Praza Fernández Gómez, y donde alguien ha escrito un grafiti junto a la placa con la palabra: «Amor». Para Bonet, ambos gestos, el homenaje y el grafiti, «son un ejemplo del cariño que la ciudad tuvo con él. Cuando caminaba con él por la ciudad era imposible que nadie le parase a saludar».