El Concello de Lugo quiere que la Xunta le diga dónde se puede ubicar la playa fluvial
LUGO
Propone financiar el estudio «para saber onde a podemos instalar», mientras que el PP quiere una mesa de trabajo con técnicos y partidos para decidir el modelo de zona de baño pública
25 ene 2024 . Actualizado a las 19:16 h.El gobierno local de Lugo sigue con la intención de ofrecer a la ciudad una zona de baño pública «a pesar de que a Xunta puxo todos os medios para que non se fixera onde nos deron permiso, para que non a inaugurase Lara Méndez; e por iso necesitamos que a Xunta nos diga onde a podemos poñer, e aceptaremos o lugar que nos digan, porque os prexudicados son os veciños de Lugo».
Así se expresó la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, en su primer pleno como regidora durante el debate de una moción del PP para pedir al gobierno local que se crease una mesa de trabajo con técnicos y grupos políticos para «retomar o proxecto de praia fluvial».
La moción popular fue enmendada por el gobierno local, que quería cambiarla con un texto en el que se indicaba la petición a la Xunta para que hiciese un estudio de propuesta de ubicación de la playa fluvial. Pero al final, el PP no aceptó la enmienda de sustitución, y el gobierno no apoyó la propuesta popular.
«Estamos cansos de mesas, é o momento de acadar solucións, e entre todos ter xenerosidade e priorizar o interese xeral», explicó el concejal responsable de medio ambiente, Miguel Fernández, quien llegó a explicar que el Concello estaba dispuesto a pagar parcial o totalmente el estudio, pero que fuese la Xunta la que determinase la ubicación.
La propuesta del PP, que defendió Ramón Cabarcos, iba encaminada a que se tuviera en cuenta los aspectos por los que la Unesco se opuso no solo al lugar escogido, si no también al modelo de baño público, apostando por elementos naturales, como la piedra o la madera, frente al uso de estructuras plásticas.
El gobierno reclamará el dinero invertido en reparar el auditorio
Una pregunta del PP, de la concejala Silvia Colmenero, sobre la situación actual del nuevo auditorio, que sigue sin abrirse, acabó con dos anuncios de la alcaldesa. Por una parte, dijo que las obras de reparación «de vicios ocultos» ya habían terminado y tenían el acta de recepción del final de las obras, con lo que se supone que en pocos días se anunciar la posible apertura del centro cultural.
Paula Alvarellos dijo que solo en la primera inspección que tuvieron al recibir el edificio «detectáronse 250 taras e deficiencias, porque a Xunta encargou un edificio a un contratista e non se preocupou de como se fixo, cando logo tiña defectos por todas as partes». E indicó que «cada día que pasa aparece un novo erro de construción, polo que xa investimos máis de 500.000 euros e demandaremos xudicialmente este custe».
Una vez que la reforma interna del edificio ha terminado, el gobierno local ya puede diseñar qué quiere hacer con este espacio cultural.
«As obras do centro van en prazo», dijo la regidora
La alcaldesa contestó a una pregunta del PP sobre la ejecución de las obras de peatonalización y dijo que estaban todas en plazo. Indicó que la Montevideo comenzó en abril y son 10 meses (debería estar en febrero, pero lleva retraso). De la de la Praza do Ferrol dijo que se había concedido una prórroga hasta febrero. Y la de Santo Domingo -Rúa do Teatro tiene de plazo hasta abril.
El concejal de Mobilidade, Rubén Arroxo, respondió otra pregunta del PP sobre cuándo se pondrá en servicio un transporte a demanda en las parroquias donde no llega el bus (ni el urbano ni el metropolitano). El nacionalista dijo que esperaba tener en un mes la ordenanza y luego licitar la contratación, a la que podrá presentarse cualquier empresa de transportes. Recordó que será el segundo concello de Galicia en tener este servicio, tras Pontevedra.
Aprueban buscar fórmulas para permutas en el rural
El único acuerdo del pleno fue una moción del PP, con una enmienda del gobierno local, para promover e impulsar un plan de ordenación de la tierra a través del sistema de permutas. La popular Elena Candia pedía que el Concello destinase una línea de subvenciones para que los interesados pudiesen afrontar gastos e impuestos de gestión, además de bonificaciones fiscales para las parcelas. El gobierno local indicó que estaban dispuestos a llegar a algún convenio con el Agadir, el organismo de la Xunta que desarrolla el sistema de permutas. Ana Abelleira indicó que la competencia en esta materia era del gobierno autonómico, pero que ellos colaborarían previo convenio. Y sobre las bonificaciones fiscales dijo que la actual normativa no lo permitía.
PSOE y BNG vuelven a rechazar una ordenanza de convivencia
El edil del PP Enrique Rozas defendió una moción en la que reclamaba que el gobierno local hiciese una ordenanza de convivencia cívica, un texto, dijo, en el que se unificasen normativas y nuevas realidades (como los gorrillas) con el fin «de que se establezan unas pautas de comportamento, dirixido a garantir a liberdade da cidadanía, preservando o patrimonio urbano e natural, así como os bens públicos».
Rozas dijo que había concellos gobernados por el PSOE donde ya se recogía una ordenanza cívica, y recordó que la Fegamp lo recomendaba y proponía una norma tipo. «Non se trata de criminalizar a ninguén, pero si de actuar contra os que reiteradamente impiden a paz dos veciños e provocan danos ao patrimonio, que logo teñen custes», expuso Rozas.
Ana Abelleira le respondió que hace años se intentó hacer una ordenanza y no encontraron consenso social. Y además de recordar las estadísticas de que Lugo es una ciudad segura acusó al PP de crear «a cultura do medo».
Alvarellos se estrenó con nervios pero tomando siempre el control del pleno
Este jueves fue la puesta de largo de la alcaldesa, Paula Alvarellos, dirigiendo su primer pleno, después de unos meses en los que ejerció como portavoz del gobierno local, y cuyo tono duro contra la oposición hacía desconfiar a la bancada popular en su nuevo rol. «Agardamos máis receptividade nas nosas peticións», señalaba antes de empezar la sesión la portavoz del PP, Elena Candia.
Alvarellos —que entró nerviosa al salón de plenos y venía debajo del brazo con el anuncio de la eliminación de tres históricos tapones urbanísticos— quiso marcar desde el primer punto su nuevo perfil. Estuvo menos agresiva en las formas que en su faceta de portavoz, pero implacable en los argumentos contra el PP y la Xunta. «Gústanme os soliloquios e como podo facelo, vostede vaime ter que escoitar», le espetó al popular Antonio Ameijide, cuando este le insinuó por qué intervenía al final de todos los debates.
Y así fue, la alcaldesa —como hacía Lara Méndez, o hace José Tomé en la Diputación— apostilló el final de cada moción, ruego y pregunta, marcando ya desde su primer pleno que está dispuesta a poner el acento en todo lo que suceda.
Alvarellos mostró en varios momentos su nerviosismo, pidiendo en ocasiones disculpas a los compañeros de corporación por los errores. Flanqueado por Miguel Fernández y Arroxo, tuvo el apoyo del nacionalista, ya experimentado, a la hora de manejar el sistema de adjudicación de tiempos y de apertura de los micrófonos. Incluso se llegó a equivocar en una votación, levantando la mano al mismo tiempo que los 12 ediles del PP.
A pesar de los dardos que lanzó y, por momentos, ironía que mostró hacia la oposición —«señor Ameijide, non é mérito que se coñeza todo Lugo porque leva moitos anos de concelleiro»—, fue un pleno tranquilo, de tono menos bronco que en anteriores citas, y eso que estamos en período electoral.
La nueva alcaldesa quiso mantener el control de una sesión plenaria en la que los populares, de entrada, marcaban el ritmo, ya que el contenido era suyo: cuatro mociones, cuatro ruegos, cuatro preguntas y una moción de urgencia. Salvo un concejal, intervinieron todos los ediles del grupo que lidera Candia, repartiendo de esta manera juego.
La ausencia de dos edilas socialistas creó equívocos
En el pleno no estuvo Lara Méndez, por motivos personales, por lo que las votaciones se resolvían con el voto de calidad de la regidora. Pero al final, se votó la urgencia de debatir una moción del PP. El PP ganó la votación ya que la edila del PSOE Olga López se había ausentado por un problema físico. Hubo un receso, y aunque regresó, el secretario aclaró que era necesaria la mayoría absoluta de la corporación, no de los asistentes.