Los siete nuevos campamentos romanos de Lugo que definen la entrada y asentamientos de las tropas imperiales

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

Explicación del campamento romano de Penaparda, en A Fonsagrada
Explicación del campamento romano de Penaparda, en A Fonsagrada Manuel

El grupo de investigación Romanarmy descubre más recintos fortificados temporales que de manera estratégica servían para ir controlando el terreno y las diferentes vías de comunicación

15 feb 2024 . Actualizado a las 20:25 h.

Que la percepción sobre la entrada, presencia y dominio de los romanos en el territorio galaico y, en especial, en la provincia de Lugo, ha ido variando en los últimos diez años es una constatación gracias al descubrimiento de una serie de campamentos itinerantes que desmontarían la historia más asentada durante años, aquella que decía que los romanos llegaron sin apenas oposición y crearon grandes campamentos desde donde las legiones controlaban las principales vías. El colectivo Romanarmy, integrado por investigadores de diferentes universidades, acaba de dar a conocer el hallazgo de otros siete nuevos emplazamientos temporales en la provincia de Lugo.

Los arqueólogos actuales, como los de Romanarmy, trabajan con dos premisas que son contrapuestas. Por un lado libran una lucha contra el paso del tiempo y sus efectos negativos en la conservación de posibles yacimientos que aporten luz a la historia, pero a la vez disponen de unas potentes herramientas digitales que hasta hace unos años eran impensables y con las que ahora consiguen descubrir y profundizar en nuevos hallazgos.

Eso ha pasado con el descubrimiento que ahora han sacado a la luz en la publicación «Entre valados e piñeirais. Achegas arqueolóxicas ao coñecemento da presenza militar romana na Galicia Nororiental», en el último número (33) de la revista Croa, editada por el Museo do Castro de Viladonga.

Los siete nuevos campamentos

La investigación, liderada por el arqueólogo Andrés Menéndez-Blanco (Universidade de Oviedo), agrupa los nuevos hallazgos en dos grupos. Por un lado habla de yacimientos de alta fiabilidad. Se trata de los recintos conocidos como O Vedro da Fame (A Ermida, Riotorto), A Costa (Arcillá, Cospeito) y As Pardellas (Guillarei, Friol). Y luego habría una categoría de posibles, basados en indicios con fuerte base real, como los de Monte Endemil (San Xoán do Mato / Saa, Palas de Rei), Penoucos (Fonfría / Barbeitos, A Fonsagrada), O Campo da Matanza (O Cádavo, Baleira) y A Lagúa (Airexe, Baleira / Pereira, Castroverde)

Ortofoto del vuelo americano de 1948 con el campamento romano de A Costa / Outeiro de Arcillá, en Cospeito
Ortofoto del vuelo americano de 1948 con el campamento romano de A Costa / Outeiro de Arcillá, en Cospeito Roman Army

Los primeros tienen un alto grado de conservación, lo que hace pensar a los arqueólogos de su absoluta veracidad, ya que además los investigadores los han comparado con modelos similares que han ido descubriendo durante la última década. Los campamentos con la etiqueta de probables están ubicados en zonas donde ha habido cambios en el territorio por el uso agrícola que han modificado el terreno y pueden generar dudas.

Como explican los arqueólogos, además del paso del tiempo y de la modulación del territorio hecha por los habitantes de estas zonas durante siglos, se trata de campamentos con carácter perecedero, con un uso limitado en el tiempo, lo que ha complicado su descubrimiento. Han utilizando imágenes aéreas y de satélite, utilizando el Plan Nacional de Ortofografía Aérea que tiene el Instituto Geográfico Nacional, que luego corroboraron con la observación directa y el registro fotográfico sobre el terreno.

El de Riotorto, uno de los campamentos más grandes de Galicia

Los investigadores han constatado que los siete nuevos campamentos encontrados en la provincia de Lugo guardan similitudes con otros recintos militares romanos ya documentados en el noroeste.

Por un lado, han aparecido recintos de grandes dimensiones, que superan las 10 hectáreas, y otros de tamaño medio, sobre las cinco hectáreas.Entre los primeros está el de Vedro da Fame (A Ermida, Riotorto), que con 14 hectáreas de tamaño es uno de los más grandes hasta ahora conocidos en Galicia. Además, cuenta con varios lienzos defensivos anexos, lo que lo convierte en un caso único en el noroeste peninsular.

Nuevas interpretaciones

Con la aparición de más campamentos itinerantes, los investigadores van completando el puzle de cómo fue la entrada y el asentamiento del Imperio Romano en Galicia. En concreto, indican que los recintos de Penoucos (A Fonsagrada) y Campo da Matanza (O Cádavo, Baleira) inciden en la abundancia de fortificaciones romanas de campaña entre las montañas orientales de Galicia y el occidente asturiano. Explican en el artículo que lo largo del valle de Baleira «puido ter un papel central nos desprazamentos do exército romano a través do oriente lugués en sentido norte-sur».

Hay otro conjunto de yacimientos temporales, situados al oeste del río Miño, «que presentan máis dificultades interpretativas», pero creen que también podían indicar el control de vías de comunicación y, sobre todo, cambian la distribución de los campamentos romanos en Galicia. «Comeza a diluírse a imaxe de dúas 'illas' ou concentracións afastadas», explican los autores del artículo, para señalar que «os xacementos de A Costa (Cospeito), O Alto das Pardellas (Friol) e O Monte Endemil (Palas de Rei), xunto con outros localizados recentemente, enchen este espazo baleiro do occidente lugués e o oriente coruñés, apuntando a unha distribución máis homoxénea dos sitios en toda Galicia».

Cercanos a poblaciones

Otro aspecto relevante que recuerdan los investigadores es que la presencia de poblados fortificados en el entorno de estos recintos temporales no puede ser ignorada a la hora interpretar las motivaciones que llevaron a los mandos militares romanos su asentamiento, «aínda que non temos evidencias de asaltos ou asedios a castros nas áreas galega e asturiana, os indicios de interrelacións entre poboados indíxenas e campamentos son cada vez máis numerosos». En este contexto, hay que recordar el hallazgo hace unos años, por parte del mismo grupo de investigadores, de un campamento temporal en Pol muy cerca del Castro de Viladonga.

El riesgo de desaparición

Los investigadores alertan de que todos los recintos localizados están «moi alterados por unha acción humana continuada. Nunha paradoxal carreira, conforme dispoñemos de tecnoloxías e metodoloxías aplicadas que permiten a detección destes xacementos tan pouco visibles na paisaxe, os procesos de destrución destes sitios tamén se vai acelerando. Xunto co impacto da agricultura tradicional, nas últimas décadas os procesos de concentración parcelaria, de reforestación ou de construción de parques eólicos teñen sido críticos para moitos sitios».

Por este motivo, los siete nuevos campamentos han sido notificados formalmente a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura da Xunta de Galicia, instando a su catalogación para poder conseguir su protección.