Identificado un conductor que escapó de un control de tráfico en Lugo, alcanzó los 170 kilómetros por hora e intentó echar de la vía a los policías
LUGO
El joven, de 21 años, se negó a realizar las pruebas de alcoholemia y huyó saltándose semáforos, señales de stop, circulando en dirección contraria y chocando contra un vehículo estacionado
14 feb 2024 . Actualizado a las 10:46 h.Conducción temeraria y negativa a someterse a las pruebas de alcohol y drogas. Son los delitos de los que se le acusa a un joven de 21 años, vecino de una localidad próxima a Lugo, que fue identificado por la Policía Local después de que el pasado día 19, de madrugada, protagonizase una peligrosa huida. El joven escapó de un control de tráfico en la ciudad, alcanzó los 170 kilómetros por hora, chocó contra un vehículo estacionado, intentó echar de la vía a los agentes, se saltó semáforos y señales de stop e incluso llegó a circular en dirección contraria.
Según explican desde la Policía Local de Lugo, una patrulla, de servicio en Ramón Ferreiro, observó que un vehículo circulaba sin iluminación en la parte posterior, por lo que le dieron el alto. Se detuvo en la Praza de Bretaña y, al hablar con el conductor, los agentes detectaron signos de embriaguez, ya que tenía las pupilas dilatadas, la tez roja y el habla pastosa, por lo que fue requerido para realizar las pruebas de alcohol y drogas. El conductor se negó y, repentinamente, puso en marcha el turismo y renovó la marcha de forma brusca, acelerando y deslizando el vehículo sobre las ruedas motrices, dirigiéndose a toda velocidad hacia la calle Dinán. Según explican desde la Policía, en ese momento empieza la persecución, por la calle Ciudad de Vigo, Praza da Constitución, Ángel López Pérez, Rodríguez Mourelos y Praza de Avilés, donde choca frontalmente contra un vehículo que estaba estacionado. En lugar de detenerse, siguió la marcha a toda velocidad por Pintor Corredoira, República Arxentina y Santiago, sin respetar en este recorrido ni las luces de los semáforos ni las señales de stop. A continuación, entró en la Calzada da Ponte, sin respetar la señal de entrada prohibida y circuló a más de 80 kilómetros por hora, cuando la velocidad en esa vía está limitada a 20.
El vehículo siguió entonces su huida circulando por debajo de la N-VI, en sentido prohibido, hacia el puente romano, girando hacia la unión de la nacional y, debido a la gran velocidad que llevaba, se salió de la vía, atravesando la cuneta hasta la tajea. Lejos de detenerse, reemprendió la marcha por la N-VI en dirección a Madrid.
Desde la Policía Local relatan que en esta carretera el conductor aumentó más la velocidad. Fue perseguido por varias patrullas de la Policía Local y llegó a alcanzar los 170 kilómetros por hora. Una de las patrullas logró ponerse en paralelo al vehículo que huía, pero en ese momento el joven realizó una maniobra peligrosa de cambio de carril a su izquierda con el propósito de cortar el paso al vehículo policial y arrinconarlo, con el evidente riesgo para los policías, que se vieron obligados a reducir la velocidad para no chocar contra la mediana.
En esos momentos, otro vehículo patrulla logró adelantar al coche que escapaba, con la intención de cortarle el paso, momento en el que el joven realizó un giro sorpresivo de 180 grados en el medio de la calzada, continuando en sentido contrario por la N-VI, abandonándola por el vial de acceso a Camiño de Anguieiro. Fue perseguido por los agentes hasta la carretera de O Páramo, aumentando considerablemente la velocidad y, al ser una carretera con muchas curvas y caminos de entrada y salida, la patrulla perdió de vista al vehículo, ya que se había ocultado en las proximidades.
Los agentes buscaron por la zona y localizaron el vehículo abandonado entre dos casas en el lugar de Seoane. Iniciaron entonces la investigación para dar con el conductor y llevaron a cabo el visionado de las cámaras de seguridad situadas en el trayecto realizado. Así, vieron que en una gasolinera el conductor estaba esperando la llegada de un taxi, abandonando después el lugar. Los policías tomaron declaración al taxista y lograron identificar a la titular del vehículo y al conductor, al que se le investiga por los delitos de conducir de forma temeraria, con manifiesto desprecio por la vida de los demás, y a negarse a someterse a las pruebas de alcohol y drogas.
El vehículo fue retirado por el servicio de grúa, quedando depositado y precintado en el depósito municipal. El conductor se negó a declarar en presencia de su abogado.