La nueva vida de la antigua marea de Vilalba: un partido en el que hay relevo de cargos
LUGO
La máxima responsable de Vilalba Aberta, Mónica González, deja su sitio tras entrar como concejala en la corporación
20 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las mareas tuvieron efectos políticos que se notaron lejos de la costa. Allá por el 2015, en el panorama político de la capital chairega apareció Vilalba Aberta. Un concejal que se haría notar en su trabajo de oposición al PP, aunque también marcando distancias con el PSOE, fue uno de los rasgos destacados de aquel mandato. Ocho años después, la bajamar política arrastró aquel movimiento, que en Vilalba, sin embargo, resiste.
La formación, surgida con un claro carácter asambleario, es hoy una organización casi convencional. Prueba de ello es que en ese proceso de cambio se eligió una responsable y que ya ha habido una transición: la persona que ocupaba ese puesto, Mónica González, acaba de dejar el cargo tras entrar en la corporación y ha sido sustituida por Zeus Seijo. Mónica González tomó posesión en el último pleno, y cubre el hueco de su compañera Tamara Rodríguez, que argumentó motivos personales para abandonar la primera línea.
Con los números en la mano, en la historia de Vilalba Aberta cada elección ha sido un aumento. El edil que se estrenó en el 2015, Modesto Renda, tuvo una compañera en el 2019, María Xosé Fernández Pardo; y los dos vieron que una tercera persona, Tamara Rodríguez, entraba en la corporación tras la cita con las urnas del 2023. En el 2019 se produjo en Vilalba un cambio histórico en el que el movimiento nacido al calor de las mareas tuvo algo que decir: el PSOE desbancó del primer puesto al PP, que perdió la mayoría absoluta, y Vilalba Aberta no solo apoyó la investidura de Elba Veleiro como alcaldesa sino que entró en el gobierno.
El matrimonio político duró solo un año. El PSOE mostró pérdida de confianza en Renda, que tenía responsabilidades en el ejecutivo local, y pasó a gobernar en solitario. En el 2023 se puso de manifiesto un claro dilema: solo el apoyo de Vilalba Aberta y del BNG, que se había quedado sin representación cuatro años antes, permitiría a los socialistas mantenerse en la alcaldía tras su fuerte retroceso.
El PSOE bajó de sus históricos ocho concejales del 2019 a cinco. Vilalba Aberta empezó las negociaciones con una postura muy dura, exigiendo que Elba Veleiro no repitiese como alcaldesa tras el revolcón en las urnas. La tensión se rebajó, y la alcaldesa recibió de nuevo el bastón de mando, aunque su segundo mandato fue muy breve: en septiembre del 2023 anunciaba su renuncia y su decisión de volver a su trabajo de médica en el centro de salud de la villa. Su marcha supuso la llegada de Marta Rouco a la alcaldía.
Vilalba Aberta entró en el gobierno, mientras que el edil del BNG decidió darle su apoyo pero desde fuera. Los tres concejales asumen en este mandato responsabilidades en alguna concejalía, y Modesto Renda es además primer teniente de alcalde. Si la salud del pacto es directamente proporcional a la ausencia de estridencias en público, puede suponerse que no lo acecha la enfermedad. Si no hay antes un empeoramiento súbito, la salud se pondrá a prueba en las elecciones municipales del 2027.