Las vecinas que reviven la Navidad en Os Ancares: «Non podemos deixar a nosa vila sen adornos»

Paula Álvarez García
PAULA ÁLVAREZ OS ANCARES / LA VOZ

LUGO

Todos los rincones de As Nogais están decorados con adornos hechos manualmente por ellas con ayuda de parejas y de amigos
Todos los rincones de As Nogais están decorados con adornos hechos manualmente por ellas con ayuda de parejas y de amigos Óscar Cela

Varias mujeres de la Asociación Mulleres Rurais de Connavia llevan desde el mes de junio preparando manualmente los adornos que ahora decoran todos los rincones de las calles de As Nogais

07 dic 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

Las luces de Navidad llegan con menos fuerza a las pequeñas aldeas de la montaña de Lugo, algunas ya deshabitadas y otras sin la suficiente actividad como para proyectar unas fiestas de cuento. Pero siempre hay hueco para la esperanza. En el caso de As Nogais, llega de la mano de cuatro mujeres, de la Asociación Mulleres Rurais Connavia, que no quieren dejar morir su hogar. Llevan desde el mes de junio preparando adornos, con la ayuda de parejas y de amigos —de forma completamente artesanal en el garaje de una de ellas— para devolver la ilusión a la montaña y revivir el espíritu navideño.

Las mejores cosas llegan sin pensarlo y fue así como nació esta iniciativa. «O ano pasado falando démonos conta de que tiñamos que facer algo, que o pobo non podía quedar sen adornos por Nadal», dice Isabel, que promovió la idea junto a Carmen, Neli y Dolores. Su esfuerzo y dedicación personal deja ahora pequeños detalles por todos y cada uno de los rincones de la villa, que parece un auténtico museo. Cuentan que también el año pasado se pusieron manos a la obra, «pero non fixemos tantas cousas porque nos pillou tarde». En esta ocasión, sin embargo, el listón queda bien alto. 

Imaginación y sostenibilidad

Su creatividad es indescriptible, y también sostenible, porque levantaron hasta un pino con latas de refresco recicladas y apostaron siempre por aprovechar lo que brinda la naturaleza, como ramas, cortezas o troncos que convirtieron en payasos o muñecos de nieve. «Queríamos integrar os adornos nos propios espazos da vila», explican las creadoras. Todo lo que hicieron fue de forma artesanal, echando mano unicamente de la imaginación, desde pequeños gnomos o setas con cemento que ahora se resguardan bajo las ramas de los árboles o libélulas que se posan sobre sus troncos hasta un belén al completo, sin olvidarse de las letras de «Bo Nadal» que reciben con entusiasmo a vecinos, que también colaboraron, y visitantes.

Destaca una muñeca sentada en un columpio y colgada de un árbol en la plaza del pueblo —hay que arrimarse para darse cuenta de que no es real— y también, dicen las mujeres, «o muíño, que o fixemos sobre un fardo». Se trata de una de las piezas más grandes de toda la colección, que representa además la tradición de la zona. El objetivo, aseguran, no solo era colgar adornos de Navidad, sino transmitir la esencia de la montaña a través de los mismos.

«Da gusto ver a vila decorada, así que temos que darlles as grazas», confiesan los vecinos, agradecidos e ilusionados por asomarse a la ventana y ver que aún reinan las ganas de revivir la montaña, especialmente en fechas tan señaladas. «Sería unha pena que quede As Nogais sen decorar», dicen Neli, Carmen, Isabel y Dolores, que además de los meses previos de duro trabajo, tienen por delante la faena de recoger todas las piezas pasadas las fiestas. Pero nada les pone miedo a estas mujeres, que año tras año luchan para que pequeños lugares como el suyo brillen sin prejuicio.