El Breogán peleó y vendió cara su derrota ante el Unicaja en Málaga

LUIS CONDE LUGO / LA VOZ

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La inferioridad en el rebote y los errores en el tiro penaizaron a los lucenses

28 dic 2024 . Actualizado a las 22:33 h.

El Río Breogán puso punto y final a este 2024 con una derrota ante el Unicaja en el Martín Carpena. A pesar de perder, los discípulos de Luis Casimiro dieron la talla, certificando un partido serio, muy ordenado y trabajado, pero finalmente acabaron sucumbiendo ante la escuadra de Ibón Navarro, que basó su triunfo en la superioridad en la pintura y por momentos en los lanzamientos de larga distancia.

El partido comenzó igualado, con un Breogán que salió motivado. Hilliard anotó la primera canasta del encuentro, y con el paso de los minutos el denominador común fueron las alternativas en el resultado. Y eso que el conjunto lucense tuvo varias pérdidas de balón y erró lanzamientos fáciles de media distancia.

A esta puesta en escena reaccionaron los malagueños, que gracias a un triple y al acierto anotador de Taylor, abrieron una pequeña ventaja en el luminoso. Pero, el Breo no estaba dispuesto a tirar el choque a las primeras de cambio, y gracias al acierto de Toni Nakic y a la actuación de Erik Vila, que puso el 16-17, este primer cuarto concluyó con 22-19 a favor de los andaluces.

El segundo cuarto comenzó con dos canastas de un Erik Vila descomunal —mejor en ataque que en defensa—. Sus dos mates permitieron a la escuadra breoganista colocarse a tan solo un punto (24-23), circunstancia que propició un tiempo muerto del entrenador del Unicaja, Ibón Navarro.

Esa pausa dio alas a su equipo, que gracias a varios robos de balón, volvieron a abrir otra pequeña brecha en el luminoso (31-26), lo que obligó al técnico del Breogán, Luis Casimiro, a solicitar un tiempo muerto.

En este tramo de partido se produjo una falta antideportiva de Dae Dae Grant, que estuvo lejos de la versión que ofreció la pasada jornada en su debú en O Pazo. El base, finalmente, acabó descalificado, ya que en la tercera entrega cometió la segunda antideportiva. Estos fueron momentos complicados de los lucenses, que estuvieron bastante desacertados en ataque, lo que propició que el Unicaja estirara su ventaja.

Pero, prácticamente, en el último suspiro, el conjunto de Luis Casimiro dio un arreón. Y es que un lanzamiento de larga distancia de Hilliard, otro de Apic y una canasta sobre la bocina de Grant permitieron a los lucenses llegar al descanso con una desventaja de tan solo tres puntos (43-40). Sin duda, el parcial que el Breo endosó al Unicaja en este tramo final de segundo cuarto fue determinante.

Un mal tercer cuarto

Pero el guion de esos últimos instantes del segundo cuarto nada tuvo que ver con el inicio del tercero. Y es que la puesta en escena de los lucenses no fue la mejor. Cometieron varios errores, que propiciaron que el Unicaja se marchara en el marcador.

En esta entrega al Breogán le hizo mucho daño la actuación del jugador gallego Jonatan Barreiro, que contribuyó a que el rodillo verde se pusiera a funcionar y pusiera contra las cuerdas a la escuadra de Luis Casimiro.

Y a falta de cuatro minutos para la conclusión del cuarto llegó la segunda falta antideportiva de Grant, que quedó eliminado del partido. Esta circunstancia hizo que asumiera más responsabilidad Mavra, que estuvo entonado, sobre todo en la recta final del choque, y propició la entrada de Erik Vila. A pesar del buen momento del Unicaja, los breoganistas, con Nakic y un Hilliard, que fue de menos a más, propiciaron que el Breo se mantuviera con opciones en el encuentro.

Y sí, en el último cuarto hubo reacción del Breogán, a pesar de que el dominio del rebote por parte de los locales siguió haciendo mucho daño a los lucenses. Pero dos triples de Aranitovic permitieron al cuadro lucense colocarse a tan solo diez puntos de distancia, que acabaron siendo cinco. Pero varios errores de los lucenses hicieron que el Unicaja cerrara el partido.

En el siguiente enlace se pueden consultar las estadísticas del partido: https://live.acb.com/es/104163/estadisticas/ficha

La empresa no era fácil, pero el Breo sí dio la cara.