José Manuel López, director comercial de Caixa Rural: «Respondemos a las necesidades del sector primario»

El director comercial de Caixa Rural, José Manuel López, habla del respaldo de esta entidad bancaria al sector agropecuario y ahonda en los proyectos de futuro de la entidad.

—¿De qué manera apoya Caixa Rural al sector agropecuario?

—Somos una entidad singular por su forma de cooperativa y por pertenencia a un grupo nacional, que nació hace ya casi 60 años para acercar los servicios financieros y la capacidad de ofrecer financiación a un incipiente sector agrario que pasaba de la casi subsistencia a la profesionalización y a competir con otros mercados, a medida que el desarrollo tecnológico fue aportando posibilidades antes inexistentes. Y hasta la actualidad hemos hecho ese viaje siempre respondiendo a las necesidades del sector agroganadero con sus propias particularidades. Posiblemente la clave de este viaje sea el conocimiento que tenemos del sector por haber apostado siempre por la proximidad. Eso nos permite valorar muy bien sus necesidades y sus capacidades para que no se quede ningún proyecto sin los recursos necesarios para salir adelante cuando es viable.

—¿Cuáles son las prioridades de trabajo que tienen para el sector ?

—La primera es ejercer nuestra labor como intermediario financiero, recogiendo recursos de quien dispone de ellos para canalizarlos hacia quién los necesita, y siempre con la prudencia necesaria para mantener un nivel de solvencia que nos permita seguir con nuestra actividad y seguir creciendo. Y esto manteniendo la filosofía del tratamiento personalizado y de proximidad que nos caracteriza. De manera adicional tratamos de contribuir a la fijación de población en el medio rural con las armas que tenemos. Hasta hora nunca hemos cerrado ninguna oficina, ni en municipios en los que quedan ya muy pocos habitantes. Por otro lado, colaboramos con asociaciones sectoriales para el fomento de la actividad, para dar visibilidad a los productos locales, en definitiva, para la promoción de nuestra producción y el consumo de proximidad. Una parte de nuestros beneficios anuales van a nuestro Fondo de Educación y Promoción que usamos para esto y para otras acciones en el ámbito social y cultural.

—¿A que ámbito dentro del sector conceden más créditos?

—En cuanto a tipología, desde luego la financiación de inversiones. Habría que destacar el sector vacuno de leche por se una actividad muy intensiva en capital, pero también financiamos muchas granjas de avícola y porcino para producción integrada en cooperativas. Otra finalidad a destacar sería la financiación de maquinaria para cooperativas de utilización de maquinaria agrícola y también para empresas que prestan servicios a explotaciones. Pero no quiero dejar sin citar que más allá del sector agrario está también el transformador, con el que también financiamos inversiones y circulante y que en definitiva es el que tira también de la producción. Para nosotros el sector agroalimentario en general es estratégico.

—¿Cómo están los tipos de interés?

—Hemos pasado en muy poco tiempo de tipos nulos o negativos a tipos por encima del 4% con lo que conlleva de incremento de los costes de financiación para empresas y familias. Habría que remontarse al 2009 para ver niveles así. Ahora estamos nuevamente en fase de reducción para llevarlos a niveles que los economistas denominan de neutralidad, en torno al 2%, pero la inflación tendrá que permitirlo. La incertidumbre internacional que, lejos de disminuir se incrementa, no ayudará en este proceso, pero de momento el BCE no habla de volver a subir. Lo que no podemos esperarnos, a mi juicio, es volver a ver el Euríbor por debajo del 0% como lo hemos visto durante 6 años.

—¿Notan que hay relevo generacional en el campo gallego?

—Sí lo hay. Otra cosa es que el nivel de relevo sea el deseable. Hemos visto y seguimos viendo un proceso de transformación en el sector que lleva a cierres de explotaciones y al crecimiento de las que quedan y esto es por necesidad de mejoras en productividad para ser más competitivos y porque falta relevo en muchos casos. Pero lo que sí se observa es que cuando hay relevo este viene con empuje e impulsa el desarrollo de las explotaciones.

—¿Qué implantación tiene Caixa Rural en la provincia?

—Nuestra cuota ha ido creciendo todos estos años y actualmente estamos próximos al 15% tanto en depósitos como en crédito a la clientela. En número de oficinas tenemos un 20% de la abiertas en la provincia. Y esto se debe fundamentalmente a que durante la reestructuración del sector financiero, fruto de la crisis de 2008, se han cerrado la mitad de las oficinas existentes en la provincia en 2008. De todas ellas ninguna ha sido de Caixa Rural Galega, que seguirá tratando de mantener el compromiso con los sitios donde tiene presencia mientras esto sea posible.

—¿Hay intención de seguir expansionándose?

—Efectivamente. Siempre con la prudencia que nos ha caracterizado y que nos ha permitido seguir hasta nuestros días, sin ayuda públicas y atravesando las enormes dificultades que ha vivido este sector, con las consecuencias que todos recordamos. Es cierto que hay momentos mejores y peores para expansionarse y los últimos años no han sido favorables ya que los tipos negativos han dificultado mucho la actividad y la obtención de márgenes mínimamente razonables, pero en este momento estamos ante una situación mejor que nos permitirá afrontar nuevas aperturas próximamente.

—¿Cómo está el tema de los Fondos Europeos?

—La realidad es que se han visto menos de lo que las expectativas iniciales hacían esperar. En cualquier caso, nuestro papel está acompañando a aquellos socios y clientes con proyectos financiables, porque estos no son subvencionables en su totalidad y es preciso aportar recursos propios y vía financiación ajena y ahí es donde está nuestro papel fundamental. En relación a la gestión, creemos que es un papel más propio de las empresas involucradas, de la propia administración y de consultoras especializadas. Nuestro papel se centra más en el apoyo financiero.

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