La ausencia de mayoría absoluta y de apoyo de la oposición ha bloqueado pagos a proveedores por valor de 259.000 euros
28 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La situación económica de Muras es peculiar, pero la política no le va a la zaga y una y otra están unidas en este municipio de 600 habitantes (datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al 2024). El Concello tiene pendientes de pago a proveedores facturas por valor de 259.000 euros, pero no por falta de recursos para afrontar la operación: el remanente de tesorería del 2023 rebasaba ligeramente el millón de euros, y el del 2024, a falta de la liquidación correspondiente a ese año, será bastante similar.
La abundancia de recursos económicos del Concello murense está directamente relacionada con la energía eólica: por ejemplo, por el fondo de compensación ambiental, con el que la Xunta transfiere cantidades a municipios teniendo en cuenta los aerogeneradores instalados y las líneas de evacuación colocadas, le corresponden unos 500.000 euros al año. Para entender la paradoja de arrastrar pagos pendientes disponiendo de recursos para afrontarlos, hay que recordar el escenario salido de las elecciones municipales del 2023.

El nacionalista Manuel Requeijo se mantuvo en la alcaldía tras un empate a tres concejales entre el BNG y el PP, con tres votos más para su grupo en las urnas. El PSOE obtuvo el restante concejal de una corporación de siete, pero su representante, Jennifer Gómez, se abstuvo, con lo que el regidor conservó el bastón de mando como candidato de la lista más votada.
El pacto que el PSOE y el BNG mantuvieron del 2015 al 2023 es pasado en este mandato. Prueba de ello es que el regidor tardó seis meses en lograr que el pleno aprobase un sueldo para él. Lo consiguió en diciembre del año pasado, tras varios intentos frustrados, y la concejala socialista, que facilitó la aprobación al cambiar el voto en contra de los primeros plenos, afirmó que había tomado esa decisión por condicionantes ajenos a Muras: dijo que se había visto obligada a actuar así.
Si el sueldo del regidor, que en este mandato recibe 34.000 euros anuales por una dedicación parcial, necesitó varios plenos hasta conseguir luz verde, algo parecido ocurre con las facturas. Al carecer de mayoría absoluta, el BNG necesita de otras siglas un apoyo del que hasta ahora ha carecido, aunque en el horizonte se atisban cambios.
El PP anunció que se abstendría en el siguiente pleno, con lo que la medida puede salir adelante, pero el grupo ha sufrido la marcha del edil Julio Díaz, con lo que los concejales de Muras pertenecen a cuatro grupos: tres son del BNG; dos, del PP; una, del grupo mixto, y otro, no adscrito. De cumplirse los plazos estimados ayer por el alcalde, en el mes de marzo se convocará el pleno que permitirá aprobar los pagos si el PP confirma su abstención o si otro de los dos concejales apoya la medida.
Para Requeijo, el desbloqueo será bienvenido, aunque lamenta el perjuicio que han sufrido las empresas afectadas. «Quen fai un traballo ten dereito a cobrar», afirmó.