Tito Díaz, director deportivo del Breogán: «Siempre es un plus quien haya jugado la temporada anterior con nosotros»

MILLÁN GÓMEZ LUGO

LUGO

Tito Díaz, director deportivo del Breogán
Tito Díaz, director deportivo del Breogán LAURA LEIRAS

El máximo responsable de la confección del equipo analiza la actualidad

07 jul 2025 . Actualizado a las 15:20 h.

José Antonio -Tito- Díaz López (Lugo, 1957) es el director deportivo del Breogán desde el 2019. Hasta el 2024 compatibilizó la dirección general con la deportiva. Ahora va a comenzar su segunda temporada como únicamente director deportivo. Hoy día, el Breogán tiene diez jugadores confirmados en plantilla: los bases Erik Quintela, Dominik Mavra y DeWayne Russell; los escoltas Arturs Kurucs y Francis Alonso; los aleros Aleksandar Aranitovic y Keandre Cook; el ala-pívot y alero Bakary Dibba; y los pívots Jordan Sakho y Dragan Apic.

—¿Nota mucha diferencia ahora entre ser solo director deportivo que las cinco temporadas previas donde compatibilizó la dirección deportiva con la general?

—Sí, sí. Puedo centrarme más solamente en el trabajo deportivo. Evidentemente el club dio un paso importante al separar las dos áreas. Lo hicimos para mejorar y se notó ya el año pasado, que tuvimos por desgracia que hacer movimientos durante la temporada y sí que noté que tenía más tiempo y podía dedicarme a estar con el equipo. Fue positivo. Fue una buena medida y un paso adelante importante en la estructura del club.

—¿Qué cualidades tiene DeWayne Russell?

— Una de las cualidades que tiene que tener un base es hacer llegar el balón a donde tiene que llegar en el momento adecuado. Russell es una mezcla de base director y base anotador. Tiene muy buen manejo de balón y eso le da margen y tranquilidad para dirigir al equipo, no tiene que estar pendiente de poder perder el balón. Pasa muy bien y, al mismo tiempo, puede anotar. Siempre estuvo por encima de los 14 puntos de media en cada temporada en Europa. En esta última temporada estuvo en un equipo turco (Petkim Spor) donde había muchos primeras espadas, muchos jugadores importantes, también supo hacer menos tiros y dedicarse a hacer jugar al equipo, pero siempre por encima de las cinco asistencias y con un buen ratio de asistencias/pérdidas.

—¿En qué se complementa con Dominik Mavra y con Erik Quintela?

—Erik es más experto. Tiene un trabajo difícil, que es jugar poco y hacerlo bien. Es un buen defensor, un jugador que pierde pocos balones, muy vertical muchas veces. Dominik es un base director, es un base de 1.94 y, entonces, ve muy bien el juego porque es alto, pasa bien, domina el juego del pick and roll, pero es un poco más lento que DeWayne. DeWayne es más rápido, explosivo, juega muy bien el pick and roll, le gusta mucho jugar en toda la pista, nos puede dar ritmo. Puede haber un cambio de ritmo en el equipo con un base o con otro.

—La renovación de Dominik Mavra fue la primera renovación y positivamente sorprendente. ¿Fue difícil convencerle?

—Sorprendentemente no fue demasiado difícil (sonríe), yo pensé que iba a ser más difícil. Él está muy contento. Se integró muy bien en la idea de Luis Casimiro. Coincidió con la lesión de Charlie (Moore) y la llegada de Dae (Dae Grant) y él hizo esa transición. Nos dio mucha estabilidad, mucha seguridad. Él encontró su sitio en la liga. No fue difícil la renovación.

—¿Arturs Kurucs ha priorizado el contexto y su rol en el Breogán por encima del dinero a la hora de renovar?

—Sí. Hay dos tipos de cupos: los cupos que están por ser cupos y los que están para jugar. Arturs venía de estar para ser cupo en Murcia, un papel secundario. Aquí se encontró a sí mismo, se sintió jugador. Llegó en un momento que coincidió con la lesión de Aranitovic, con la lesión después de Atic, tuvo más minutos, luego se fue Hilliard y pudo mostrarse. La idea de juego de Luis Casimiro permite bastante libertad al jugador, pero que cumpla con defensa. Tanto Dom como Arturs son de ese estilo. El error en ataque está permitido y eso te da otra dimensión. Arturs hizo un esfuerzo para quedarse aquí porque estaba para equipos de más categoría, pero él quiere completar su formación.

—Arturs Kurucs me dijo en varias entrevistas que tiene predilección por aprender de los bases. ¿Le ve en esa posición en algún momento? ¿Están trabajando específicamente con él en este ámbito?

—Sí, eso es lo que le falta: manejo de balón, un buen control del dribbling, jugar mejor el pick and roll, asistir, tener más seguridad con el bote. En esa dirección trabajó la temporada pasada desde que llegó a Lugo. Él sabe que si mejora eso va a ser un jugador completo y de otro nivel.

—Yo veo similitudes entre él y Tyler Kalinoski. ¿Usted?

—Sí, sí. Es un buen defensor, un buen tirador y es un buen reboteador, tiene intuición para el rebote. Y después es un ganador, es un jugador que transmite, tal vez un poco más Arturs que Tyler. Los dos son muy buenos jugadores de equipos.

—¿Por qué el fichaje de Francis Alonso?

—Porque los otros dos aleros eran (Aleksandar) Aranitovic y (Keandre) Cook, que son dos aleros finalizadores, aunque Cook es manejador. Queríamos un escolta porque Arturs estaba solo en esa posición. Queríamos un escolta experto, a poder ser que nuestro entrenador lo conociera y en este caso ya lo había entrenado. Y que no se asustara, que tuviera la capacidad de salir a la pista diez minutos y tener presencia, que conociera la liga. Francis jugó en Unicaja. Es un jugador de esta liga. Tiene mucha ilusión por volver a esta liga, lo que le hace más interesante. Tenemos un buen tirador, debe mejorar en algunos aspectos, puede defender todavía mejor, ha de buscar su espacio, ganar minutos a través de su defensa. Si Arturs (Kurucs) tiene un día malo, tenemos a Francis.

—¿Cómo valora a Keandre Cook?

—Es un dos y medio en cuanto a físico, mide 1.96 o 1.97. Es un jugador capaz de jugar en todas las posiciones: puede manejar, jugar bien pick and roll, puede rebotear, puede anotar desde fuera, puede defender. Es un jugador completo y también con mucha ilusión. En Australia jugaba en el equipo de Batemon y él era el máximo anotador del equipo. La liga australiana es una liga importante. En Israel jugó los últimos 10 partidos de liga y no bajó de 20 puntos en cada partido.

—¿Cómo describe a Bakary Dibba?

—Es una apuesta de presente y futuro. Esta temporada fue su primer año en una primera liga, en Alemania, y jugó en Heidelberg, jugó semifinales de liga contra el Bayern. El entrenador de Heidelberg es especialmente listo. Bakary es muy atlético, muy rápido, puede jugar de fuera hacia dentro, puede ayudar al rebote. Al igual que Arturs, puede pulir cuestiones. En el caso de Bakary, tal vez puede mejorar su estabilidad en el tiro. Puede sorprender en la liga. El rol le va a cambiar un poquito, va a pasar de jugar 26 minutos a alguno menos. Nos va a dar velocidad, atleticismo. Nos puede ayudar en la posición de alero.

«Tenemos un presupuesto marcado y de ahí no nos pasamos ni un euro»

Tras las primeras llegadas, Díaz desgrana la planificación deportiva del cuadro celeste para esta temporada.

—¿De los cuatro escoltas-aleros el tres más puro es Keandre Cook?

—Sí, tal vez. En el equipo australiano, Batemon era el escolta y Keandre Cook jugaba de tres. También puede jugar de dos porque lo hizo en Australia cuando Batemon se fue y en Israel también llegó a jugar de dos. En la posición de tres va a estar cómodo porque es fuerte, tiene muy buen físico. Podemos ser muy grandes cuando él juegue de dos, (Bakary) Dibba de tres y (Dominik) Mavra, por ejemplo, de base. Y podemos jugar muy rápido con él jugando de tres. (Alekansar) Aranitovic se encuentra cómodo jugando de tres porque de fuera hacia dentro puede castigar a jugadores más lentos, puede defender a treses porque es muy fuerte. Los dos son muy buenos reboteadores, que va a ser muy importante, y además tienen talento.

— ¿Qué perfil buscan para la posición de ala-pívot?

—Tenemos un presupuesto marcado y de ahí no nos pasamos un euro, es una máxima del club. El Breogán es presente, pero tiene que tener futuro. Dibba es un tirador irregular porque es joven. Buscamos un tirador más sólido, que deje espacio para que puedan jugar nuestros bases, nuestros «centers» (pívots) y nuestros aleros, y que ayude también en el rebote. Toni Nakic era sólido, muy bueno en defensa, se colocaba muy bien, tiraba, pero no era un gran reboteador.

— ¿Y qué perfil busca en el puesto de pívot, de «cinco» puro?

—Buscamos algo que Dragan Apic y Jordan Sakho no hacen. La temporada pasada decíamos que nos faltaba un pívot grande y llegamos a tener hasta tres y ninguno encajó porque tiene que encajar con el estilo del entrenador. Si puede ser, que tenga tiro a cinco metros o a seis metros o que tenga muy buen poste bajo. Buscamos un jugador móvil, capaz de salir en los bloqueos, volver, que proteja bien el aro en defensa y que en ataque nos dé cuestiones que Jordan y Apic nos dan menos. Que sea buen finalizador y buen defensor ya lo son Jordan y Apic. Jugadores como (John) Egbunu, EJ (Onu) y Boubacar (Touré) no terminaron de tener su espacio porque Jordan y Apic no les dejaron. Incluso ver también la posibilidad de dos pívots jugando juntos. En la posición de base y en la de pívot metemos tres jugadores porque son dos posiciones muy importantes.

«Sakho no explotó todo su potencial»

Dragan Apic afirmó en una entrevista en marzo que estaría dispuesto a renovar con el Breogán. Díaz, por su parte, defiende el trabajo del serbio: «Jugadores como Dragan los quiero siempre. Es un jugador de equipo, hace absolutamente todo lo que le manda el entrenador. Fue uno de los primeros jugadores que Luis Casimiro y yo quisimos renovar. Y no precisamente por ser un súper anotador. Dragan es capaz de cambiar un partido con su esfuerzo defensivo y su ritmo».

—Jordan Sakho tiene contrato con solamente cláusula de salida por parte del club. ¿Tuvo alguna intención de marcharse?

—Eso habría que preguntárselo a él (sonríe). Él tiene un contrato firmado. Tú no puedes retener a un empleado si no quiere. Nos pasó con Paco Olmos. Es un caso distinto. Jordan tiene que centrarse en hacer una buena temporada porque todavía no explotó todo su potencial. Empezó a hacerlo con nosotros la temporada pasada, sobre todo con la llegada de Luis (Casimiro). En Murcia estaba muy tapado, como Arturs (Kurucs). Ahora cuenta con la confianza de Casimiro. Y el próximo año tendrá un futuro extraordinario. Todas las aspiraciones son legítimas. Si explota, su próximo equipo será muy importante.

—¿Cómo está la situación de Èric Vila?

—No está descartado. Nos falta un ala-pívot. Èric tiró muy bien cuando no estaba Toni (Nakic) curiosamente. Recuerdo el partido en Andorra o en Lugo contra el Unicaja y el Barça. Se convirtió en un jugador importante cuando hacía falta. Es un jugador con futuro. No lo descartamos. Tenemos hasta el día 7 para incluirlo en tanteo. En su momento, le hicimos una oferta, pero él quería esperar, estuvo con la selección. Nosotros llegamos hasta donde llegamos, de ahí no nos podemos pasar. No está descartado, pero estamos viendo también otras opciones porque, al fichar a Francis Alonso, ya tenemos los cuatro cupos. Pero siempre es un plus quien haya jugado la temporada anterior con nosotros y estoy muy contento por la continuidad de seis jugadores y todo el cuerpo técnico.

—¿Van a incluir a Èric Vila en el derecho de tanteo?

—Bueno, todavía no lo decidimos. Estuvimos hablando de esto ayer (jueves 3) y hoy (viernes 4) seguiremos hablando de esto. Esta mañana (viernes 4) estuve hablando con su agente. Dependerá del mercado. También depende del «center» (pívot). Si conseguimos un «center» que tirase bien de fuera a lo mejor también ayudaba a que continuase. Queremos compensar bien al equipo.

—¿Qué ocurrió para la no renovación de Edin Atic?

—A Edin le pasaron muchas cuestiones tristes en el tramo final de la liga. Su padre falleció a la finalización de un partido en el que todo era celebración porque se clasificaban para el Eurobasket. Luego vino aquí, se lesionó, era una lesión que le molestaba, que no acabábamos de saber qué tenía, pero era como un cuchillo que se le clavaba en la rodilla, tal vez también influido por su estado anímico. Yo lo veía triste, no lo veía como al principio, no le veía ilusionado y una de las condiciones para jugar aquí es estar absolutamente convencido e ilusionado. Le dije: «Edin, si no estás convencido lo mejor es no continuar porque al primer tropiezo que haya te vas a querer ir». Y decidimos las dos partes separar los caminos. Le estamos muy agradecidos. Yo tengo una relación personal muy buena con él, es muy amigo de (Dzanan) Musa, Musa tiene una relación muy especial con todos nosotros. Un jugador que no está convencido no debe estar.

—¿Hubo conversaciones para el regreso de Darrun Hilliard?

—Por supuesto que hubo. Cuando acabó en Rusia, lo primero que hice fue hablar con sus agentes y decirles que lo queríamos, que nos gustaría que continuase en el Breogán. Sabíamos que iba a ser difícil porque pasaba a ser residente y, para que él ganase lo mismo, tendríamos que pagarle mucho más. Le hicimos una oferta al límite de nuestras posibilidades. No fue suficiente. Sus agentes nos dijeron que era imposible. Queríamos que siguiera. Teníamos una relación excepcional con Darrun. Fue uno de los jugadores que fue hacia arriba con la llegada de Luis. Sus hijos y su mujer se adaptaron a Lugo. Estaba bien en Lugo.

—¿Cómo van a planificar la temporada si necesitan jugadores para entrenar? ¿Situaciones como Albert Ventura o Jonathan Araujo cuando vinieron a entrenar la temporada pasada o Adrián Chapela en la campaña anterior? ¿Jugadores del Ensino júnior? ¿Jugadores del Chantada?

—Lo primero que tiene que darnos un jugador es nivel físico. Es difícil que un jugador júnior dé el nivel físico para completar bien los entrenamientos. Cuando Albert Ventura vino, el equipo siguió entrenando igual porque es un jugador ACB. Sí que durante la temporada pueden ir viniendo jugadores para trabajar en aspectos de técnica individual, no tanto físico de cinco contra cinco. En la ACB cada vez es más importante el físico.

—¿Descartan una plantilla de 13 jugadores o no?

—No, yo nunca descarto nada. Debemos estar preparados para todos los escenarios. Nuestra idea es 12 jugadores, pero quién nos dice que no viene un jugador que quiera venir, nos complementa bien y lo hacemos. 

—¿Qué sintió cuando Ben McLemore fue declarado culpable de violación, penetración sexual ilícita y abuso sexual? ¿Tristeza? ¿Decepción? ¿Enfado?

—En su momento, nosotros respetamos un derecho constitucional, que es la presunción de inocencia. De hecho, nos podrían haber demandado de no haberlo hecho así por no dejar trabajar a un trabajador que un juez había dejado libre. De hecho, esta temporada ha jugado en Turquía. Condenamos absolutamente cualquier acto de violencia. Lo dijimos en su día en un comunicado. Si tiene que ir a prisión, que cumpla la pena por el delito que cometió. Que quede absolutamente claro. En su momento, no había sido condenado. ¿Quiénes somos nosotros para contradecir al juez? ¡Nos hubiese demandado! Si volviese a pasar con otro jugador lo volveríamos a hacer porque es un derecho inalienable porque lo contrario sería hacer justicia por tu mano. Nuestro apoyo absoluto a la víctima. Cuando nosotros lo firmamos no se sabía nada de este suceso. Luego, estando con nosotros, fue a un juez, declaró y el juez declaró que estaba libre y podía trabajar. Entonces, nosotros seguimos el principio de presunción de inocencia. Ahora que ha sido declarado culpable, si se confirma la sentencia, que cumpla la pena. Desde luego, por encima de todo, el Breogán manifiesta el más absoluto rechazo a cualquier tipo de violencia. Y no la vamos a permitir cuando se demuestra, no antes.

—¿Le decepcionó que él no os hubiese comunicado la situación antes de su fichaje porque entiendo que él estaba al corriente?

—Estaba al corriente, pero no había salido. Él creo que le dijo alguna vez a alguien que pensaba que no iba a haber denuncia, que en la NBA pasaba muchas veces eso. Cuando nosotros fichamos a Ben no se sabía nada de esto. Llegamos a hablar con sus abogadas. El Breogán quiere proclamar su más absoluto rechazo a cualquier tipo de violencia. Si aquí mañana un espectador sale y le pega a alguien no vuelve a entrar en el Pazo. Es así. Eso está claro, salvando las distancias, que no tiene nada que ver un caso con el otro. Y solidaridad con la víctima, por supuesto. 

—Usted siempre concede entrevistas y siempre responde a los medios. No es habitual en un director deportivo y general. ¿Cree que una entrevista o una rueda de prensa es una oportunidad para explicarse?

—Sí, porque nosotros estamos para servir. Soy breoganista y directivo del Breogán. Y, en segundo lugar, porque hay que hacer por el baloncesto. Yo le estoy muy agradecido al baloncesto, el baloncesto me hizo lo que soy, también a nivel personal. El baloncesto debemos promocionarlo, que se hable mucho de baloncesto. Es un deporte maravilloso y, por desgracia, no es el primer deporte en este país. Quiero acercar siempre al Breogán, que se sepa cómo funciona, somos un club de trabajadores y humilde. No tenemos ningún secreto. Es muy importante ser transparentes y promocionar el baloncesto. Tengo que ayudar a su difusión. ¡Ojalá me entrevistasen todos los días! El Breogán es más que un club en Lugo, tiene una función social. 

—¿Ve muchos partidos o tiene un ojo especialmente rápido para captar?

—Tengo el disco duro bastante lleno porque vi y jugué muchos partidos. Me muevo también por las primeras sensaciones. Estoy viendo muchos partidos. Me gusta ver a los jugadores en el contexto global del partido, pero también en defensa de "isolation" (defensa de aclarados de uno contra uno), bloqueos directos, en situaciones concretas. Me gusta mucho. Pero me fío mucho de mis sensaciones. 

—Usted tiene una edad según la cual ya podría estar jubilado. ¿Qué le motiva para seguir trabajando?

—Llevo seis años y medio aquí y no he tenido ningún día de vacaciones. Me mueve la ilusión y la pasión por el baloncesto y por el Breogán. Cada vez soy más útil porque cada vez tengo más información. Cuando detecte que me cuesta venir aquí o irme con mi equipo de viaje habrá llegado el momento de irse. ¿Cuándo? No lo sé. De momento, tengo toda la ilusión y las pilas cargadas. No es fácil estar mucho tiempo en una ciudad de baloncesto como Lugo porque hay que tomar decisiones y asumir responsabilidades. Unas veces aciertas y otras te equivocas. Y luego tengo a mi lado gente maravillosa como Carmen Lence, la presidenta, un asesor económico como Julio Díaz-Freijo, a Salva Arco como director general y trabajar con Marcos (Fernández Torres) o Javi Morandeira, que son gente muy preparada. Son un lujo. Hacemos un muy buen equipo. Aquí estoy feliz. Si algún día me pesa más la familia y volver a casa diré que «hasta aquí». 

«Nos gustaría tener 6.000 o 6.500 asientos, estaría muy bien»

«La última parte del canon la dividimos en dos partes. Entonces, faltan 250 mil euros. Tenemos, eso sí, la deuda prácticamente a cero, y eso es lo mejor de todos estos años. Hemos acabado todos los años sin déficit. Tenemos un objetivo deportivo dentro de un objetivo económico. Tenemos que mantenernos y ser un club solvente. Y, paralelamente, un objetivo social porque cada vez viene más gente al Pazo, cada vez la lista de espera es más grande. La mejora que mejor le vendría al Pazo es un poquito de ampliación para que no quede gente fuera, nos da pena. Tenemos 5.317 asientos. Nos gustaría tener 6.000 o 6.500 asientos, estaría muy bien. Cada año hemos crecido un poquito en presupuesto», afirma, sobre el pago del valor de participación en la élite del básquet español.

—¿Qué importancia tiene Julio Díaz-Freijo en la gestión económica del día a día?

—Julio es un economista de reconocido prestigio. Fue el que trazó el plan. A nosotros nos vino muy bien el covid porque se paró todo. De aquellas era yo el director general. Julio y yo estábamos tres o cuatro horas diarias de ordenador ordenando todo el club, sacando toda la deuda que había, preparando un plan de viabilidad, y eso lo trazó él. Y luego es el que marca las pautas en el día a a día en el tema económico. Yo no puedo salirme ni un euro del presupuesto. Estoy hablando de la confección de la plantilla y el cuerpo técnico, los viajes, el material médico, de todo. Es muy importante en un club que haya un economista que controle la parte económica y Julio lo hace perfectamente. Y desinteresadamente. Es un lujo para el Breogán.

—¿La Breogán Academy puede ser una iniciativa para a medio plazo tener una cantera propia del Breogán?

—Puede ser. En primer lugar, es para que los jugadores de Lugo sepan que el Breogán los está viendo y el ejemplo es Néstor Viño, que hizo el año pasado la pretemporada con nosotros y este año la vuelve a hacer. Y el año pasado siendo primer año de júnior. El Breogán hace un seguimiento, se fija en ellos. Y, en este caso, formal y real. Empezando por los infantiles que van a la Minicopa siguiendo por los cadetes y por los júniors. Mientras estemos en ACB es difícil dar el salto del equipo júnior a la ACB. Seguiremos controlando a los jugadores en sus equipos. Erik Quintela se fue a Portugal, Cambados, Logroño y Palma de Mallorca y volvió al Breogán.