La cita se ha vuelto multitudinaria y Guntín se llena cada día 23
23 sep 2024 . Actualizado a las 17:37 h.La Feira de Grolos, en Guntín (Lugo) es ya un referente en el sector gastronómico. Cientos de paladares pasan cada mes por este evento, que se celebra el día 23 de cada mes en el campo da feira de Grolos. La cita, promovida por el Concello de Guntín, hace las delicias de todos los visitantes, que cada vez son más ajenos al municipio y sus alrededores.
Da fe de esta evolución el alcalde, Ángel Pérez. A pesar de tener solamente 28 años, el regidor recuerda que la feria ha cambiado mucho desde su niñez. «Teño un recordo marabilloso de vir á feira cos meus pais a comer. Era case unha tradición para a xente de Guntín. Se non pasaba nada raro, aquí estabamos tódolos veciños do día 23 de cada mes. Pero tamén recordo que, daquela, case só había xente da zona. Era raro ver a alguén de fóra», reflexiona Pérez.
Ahora, sin embargo, la celebración ha cruzado la frontera municipal. «Nos últimos anos, a cousa cambiou moitísimo. Ves a moita xente de Lugo ou incluso da Coruña. Nótase que a promoción funcionou e que a calidade de feira e do produto fixo efecto. En canto a xente empeza a coñecer a festa e vén probar, sempre volven. O boca a boca fixo moito, aínda que pareza mentira neste mundo de Internet e redes sociais», cuenta el regidor.
El pulpo, protagonista
El producto estrella, el pulpo, es el principal atractivo. No hay quien se resista a juntarlo con el pimentón, el aceite y los cachelos. El ambiente festivo es otro detalle a destacar. El final del verano y la llegada del otoño no parece preocupar al alcalde, que asegura que «alí está todo preparado para adaptarse aos días de choiva e de frío», por lo que «os visitantes non se deberían de preocupar se queren vir estes meses».
La línea continuista seguirá reinando en la Feira de Grolos, que no se moverá de día y permanecerá siendo una fiesta centrada en el pulpo y el ganado, que tiene tanta o más importancia que la gastronomía. «É unha tradición que se está a converter nunha referencia no sector», concluye Ángel Pérez.
Esta evolución llega de la mano de personas que han dedicado gran parte de su vida a esta celebración. Carmen Rey, del Bar Avelino, lleva más de medio siglo sacando mesas y tableros cada día 23. Allí solo se sirven cachelos, postre y cafés, especialmente dedicados a quienes acuden a tomar el pulpo. A medio camino entre una vivienda y una taberna, Carmen continúa siendo la cara de una fiera que cada día crece más.