La coincidencia de los primeros pasos de la quesería Castelo y del Aula de Productos Lácteos facilitó una colaboración constante entre ambos, también con la Facultade de Veterinaria y otros departamentos, según recuerda el gerente de la firma. Expertos como Mariano Sanz Pech fueron consultados igualmente para conseguir armonizar temperaturas y tiempos, con el fin de que el pasteurizado no modificase el sabor tradicional del queso. A la vez, los técnicos tuvieron en la quesería un buen laboratorio de pruebas y más de medio centenar de estudiantes del campus de Lugo y del resto de Galicia incluyeron en sus trabajos de fin de carrera la experiencia de O Cebreiro.
El Camino de Santiago fue y sigue siendo un excepcional embajador, pero la denominación de origen también nombró a otros, distinguidos por su apoyo y difusión. En las catas en Santiago Castelo consiguió la medalla de oro, patrocina actividades culturales y deportivas y hay agencias de viajes que incluyen en sus visitas la quesería. También hace degustaciones.