Rozas y Teijeiro, o como Carballo quiere coser los rotos del PP

Enrique Gómez Souto
ENRIQUE G. SOUTO LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Que «en política lo que no es posible es falso» es sentencia atribuida a Cánovas del Castillo; es dogma de fe para muchos de los que se dedican a la cosa pública desde el terreno del conservadurismo. En Lugo, Ramón Carballo, candidato único a la presidencia del PP local, parece decidido a acogerse al posibilismo canovista para sacar a su partido, después del congreso del próximo 26, de la triste situación a la que llegó. Las últimas elecciones locales dejaron al PP por debajo de los diez concejales en el pazo de la Praza Maior, algo difícilmente asumible para esta organización.

Carballo, a la hora de diseñar su equipo directivo, parece haber tenido muy en cuenta que «no hay más alianzas que las que trazan los intereses, ni las habrá jamás», que es otra sentencia reiteradamente atribuida, con fundamento, a Cánovas. En la vicepresidencia sitúa a Enrique Rozas y se asegura así el respaldo de la amplia parroquia popular que hubiera visto con muy buenos ojos que fuese este veterano concejal quien ocupase la presidencia. Para la secretaría general del partido, Carballo eligió a María Teijeiro, concejala y diputada provincial, que hace un año jugó, y perdió, la carta de Raquel Arias frente a Elena Candia para la presidencia provincial del PP. Rozas y Teijeiro son gentes de proceder moderado que están en condiciones de coser los rotos que aún quedan en el partido después del estrés vivido.

El candidato a presidente no dará a conocer el resto de su equipo hasta el congreso. No es tarea fácil contentar a unos y otros en el reparto de responsabilidades. Es un difícil juego de equilibrios, que se complica por la necesaria e inaplazable reorganización del grupo municipal. Hay quien espera que, en un gesto de elegancia política, Jaime Castiñeira, una vez cedida la presidencia local del partido, ceda también, con renuncia a la concejalía, la portavocía municipal. De este modo, liberado de las tareas edilicias, podría dedicarse aún con más eficacia y aprovechamiento a sus responsabilidades como diputado autonómico.

El congreso dejará ver cuál es el estado del PP de Lugo, al menos su estado aparente. A Carballo le conviene recordar el aviso de Cánovas: la política es la ciencia de lo mudable, de lo relativo y contingente.