Las últimas horas de Caritina Goyanes: varios desmayos en los últimos días y un desenlace fatal en la piscina

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

Caritina Goyanes, en una fotografía de archivo
Caritina Goyanes, en una fotografía de archivo Beatriz Velasco / Europa Press

La empresaria falleció a los 46 años mientras se encontraba en la urbanización de Marbella solo 20 días después de la muerte de su padre y 24 horas tras la muerte de su tío, también por un infarto. Este mismo martes, la familia le daba el último adiós a la empresaria en un funeral

27 ago 2024 . Actualizado a las 13:14 h.

La repentina muerte a los 46 años de Caritina Goyanes a causa de un infarto de miocardio sigue conmocionando a la sociedad española. Horas después de su fallecimiento en la vivienda que tiene la familia en Marbella, donde solo unas semanas antes había fallecido también su progenitor Carlos Goyanes a los 79 años, vamos conociendo más datos acerca de las últimas horas de la empresaria.

La tragedia fatal comenzó alrededor de las 3 de la tarde del lunes, cuando Caritina empezó a encontrarse mal en la piscina de la urbanización. En un principio, no le dieron mayor importancia. La hija mayor de Carlos Goyanes llevaba unos días un poco indispuesta, y había llegado a marearse en misa hasta en dos ocasiones durante los días inmediatamente anteriores, el sábado y el domingo. Unos desvanecimientos que achacaron, principalmente, a las altas temperaturas de esas jornadas, a lo que se sumaba la delicada situación anímica por la repentina muerte de su progenitor.

El desmayo en la piscina de la urbanización Guadalmira, sin embargo, les hizo dar la voz de alarma. Su hijo Pedrito, de 13 años, junto a una empleada del servicio, corrió a la cafetería de la piscina para pedir ayuda urgente. Pronto acudieron su marido, Antonio Matos, y un amigo de la familia, que estaban ambos dentro de la vivienda. Y fueron ellos quienes llevaron a Caritina al hospital más cercano, en Estepona.

Los dos hijos de la pareja, Pedrito, de 13 años, y Mini Cari, de 10, se quedaron en la vivienda a pesar de los intentos el primogénito de acompañaros. Allí esperaron, ignorantes de la evolución de su madre.

Una vez en el hospital, no hubo nada que hacer. Caritina había muerto repentinamente por un infarto de miocardio solo veinte días después del fallecimiento de su propio padre, y apenas 24 horas después de la muerte de su propio tío, Tito Goyanes, hermano de su progenitor, a los 79 años y también a consecuencia de un infarto mientras dormía..

El mundo del corazón, conmocionado

Las reacciones a la muerte de Caritina no han tardado en llegar. Entre los más afectados están los miembros de su círculo cercano: los dos hijos que deja, de 13 y 10 años, su marido Antonio Matos, y especialmente su madre, Cari Lapique, que acaba de vivir la muerte de su hija y de su marido, el amor de su vida, en menos de un mes.

La progenitora de Caritina no estaba en Marbella en el momento del fallecimiento de su hija. Se había marchado a casa de su hermana en Mallorca por recomendación de sus propias hijas, con el objetivo de recuperarse de la muerte de su esposo, que le había comunicado la propia Caritina.

Otras amigas de la empresaria también están rotas de dolor tras conocer la trágica noticia. Lo descubrió en directo en televisión Lolita Flores, que sigue sin poder controlar el llanto cada vez que le preguntan por la fallecida. Tanto ella como Nuria González han puesto ya rumbo a Marbella para acudir al sepelio de Caritina. 

Las redes sociales se llenaron de mensajes sobre la hija mayor de Carlos Goyanes. Por parte de Paula Echevarría, Naty Abascal o Sara Carbonero, que aprovechó la ocasión para desvelar el vínculo que la unía a la empresaria. «Compartimos juntas varios momentos», expresó en una Historia de Instagram la periodista, «el más especial: el bautizo de mi hijo Martín, donde ella fue la encargada de que todo saliera perfecto, con tanto mimo y detalle».

«Tan joven, me parte el corazón», lamentó, en un pensamiento que comparte prácticamente toda la sociedad española.