Las agresiones de junio de 2017 fueron «un ataque frontal a la tranquilidad social»

LUGO CIUDAD

La fiscalía dice que fueron unos hechos tan violentos que son difíciles de creer en Lugo y causaron alarma social
16 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A las 12.30 horas de ayer quedó visto para sentencia en la Audiencia Provincial el juicio a tres hombres y una mujer por los graves incidentes, con varios heridos por arma blanca, ocurridos en el casco histórico de la ciudad en la madrugada del 18 de julio de 2017. En estos incidentes, que comenzaron en un pub de la calle Falcón, una joven apuñalada salvó la vida gracias a la rápida atención que recibió. Para los tres varones acusados la fiscalía pide penas que suman 50 años de cárcel, por tentativa de homicidio y lesiones. Las acusaciones pública y privada mantuvieron sus peticiones de pena, menos en el caso de la única mujer procesada, por lesiones, que la rebajaron de tres a dos años de cárcel. La fiscala destacó la alarma social creada por los hechos juzgados hoy y ayer y sugirió una sentencia que desactive situaciones así en el futuro.
La fiscala dijo que los hechos juzgados fueron «de una violencia inusitada», hasta el punto de que «resulta difícil de creer en una ciudad tranquila» como es Lugo. Considera que, en un caso como este, la aplicación del Derecho Penal tiene una trascendencia social fundamental, porque los incidentes ocurridos en la madrugada del 18 de julio del año pasado «constituyen un ataque frontal a la tranquilidad de la sociedad». Sugirió que la sentencia debe tener valor ejemplarizante «para que situaciones como esta no se vuelvan a producir». Para la acusación pública, los tres hombres juzgados son coautores de un delito de tentativa de homicidio; alegó que, según el Supremo, no es preciso un concierto previo para que exista coautoría, porque basta con que haya un acuerdo tácito.
Las defensas de los tres hombres acusados piden su absolución por considerar que no quedaron probados los hechos que se les imputan. En el caso del acusado que, al igual que en la jornada anterior, prefirió no estar en la sala, se apunta un recurso en busca de la nulidad del proceso por vulneración de garantías constitucionales, en la designación de abogado.
Como ya se informó, dos de los acusados son hermanos, de origen argentino. Su abogado mantuvo la petición de libre absolución. La fiscala destacó en su intervención la declaración del dueño del pub en el que comenzaron los incidentes, en la calle Falcón. El representante de los dos hermanos trató de buscar puntos flacos en la declaración de dicho testigo. Dijo que el hecho de que uno de ellos mostrase una navaja, no quiere decir que la usase; la exhibió para mantener a raya a los que lo acosaban después del inicio de los incidentes. De hecho, indicó, cuando perdió la navaja, fue golpeado y derribado, a la altura de uno de los pubs de la calle Catedral. Reconoció la existencia de alarma social, pero situó los incidentes en un enfrentamiento entre dos grupos. Contra el argumento de la coautoría sostenido por la fiscalía, mantuvo el también avalado por el Supremo de la individualización de los actos, para que cada uno de los acusados asuma su propia responsabilidad.
Indemnización
La única mujer que se sentó en el banquillo está acusada de un delito de lesiones, por herir con un vaso al controlador de accesos de un pub de Catedral. Llegó con él a un acuerdo indemnizatorio (3.000 euros, de los que ya abonó 1.000). Las acusaciones rebajaron de tres a dos años la petición de prisión para la acusada. El abogado defensor indicó que, a su juicio, la fiscalía se equivocó al pedir la condena según los artículos del Código Penal relativos a las lesiones dolosas, porque -afirmó- quedó demostrado que en ningún momento trató de herir a esa persona.
Uno de los acusados volvió a reconocer que llevaba una navaja, pero dijo que no la usó
Posible intento de anular el juicio por vulneración de derechos constitucionales
Uno de los tres hombres acusados de tentativa de homicidio estuvo fuera de la sala de vistas los dos días del juicio. Alegó que no se sintió debidamente representado, porque intentó cambiar de abogado y no le permitieron hacerlo. La letrada que lo representó apuntó la posibilidad de alegar, en los correspondientes recursos, la nulidad de las actuaciones por vulneración de garantías constitucionales. Pese a todo, ejerció la defensa del acusado y aseguró que no fueron probados los hechos que se le imputan. De hecho, mostró su sorpresa porque ninguna de las otras partes solicitó la presencia en la sala del acusado durante las declaraciones de los testigos para que, si pudiesen, lo identificasen.
Lugo, dijo esta letrada en alusión al alegato que efectuó la fiscala, es una ciudad tranquila pero hay delitos, y cada uno tiene que tener su pena justa. Sostuvo que no hubo concierto previo entre los tres hombres acusados y que se encontraron por casualidad; por tanto, descarta la coautoría. Entiende esta letrada que, en todo caso, no se dan las circunstancias necesarias para que exista tentativa de homicidio y que, a lo sumo, se trata de un asunto de lesiones por imprudencia.
Sin demostrar
La misma abogada considera que la acusación no demostró en ningún momento el ánimo de matar; destacó que su representado no estuvo en la discusión de los dos hermanos acusados con el dueño y el responsable del pub de la calle Falcón. Solicitó la libertad de su patrocinado hasta la promulgación de la sentencia.