Hará mejoras en Laxosa, Oural y Rubián y abandona el apeadero de Céltigos
02 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.ADIF acaba de adjudicar el contrato para ejecutar las obras del proyecto de tratamiento de andenes y cruces en las estaciones de la línea Lugo-Monforte. La ganadora del concurso, a la que se presentaron 27 ofertas, fue la UTE Arias Infraestructuras y Petrolam Infraestructuras, que se llevan el contrato por 2,9 millones (sin IVA), cuando la licitación había salido en febrero en 3,6 millones. El plazo de ejecución será de nueve meses desde la firma del contrato.
Las actuaciones que se llevarán a cabo serán en 4 de las 9 estaciones de este trazado, las de Rubián, Oural, Sarria y Laxosa. Quedan fuera las estaciones de Lugo y Monforte, así como la de A Pobra de San Xiao (se ejecutó una nueva con la variante) y las paradas de Bóveda y Céltigos.
ADIF considera que en Bóveda solo hay un apeadero sin uso de viajeros desde hace años, por lo que no es necesario realizar ninguna reforma, más allá de la electrificación de la línea y el cambio en las traviesas, obras previstas en todo el trazado.
En el caso del apeadero de Pedrelo-Céltigos, ADIF considera que su falta de interés (23 pasajeros en el 2018) y las condiciones geométricas del trazado (vía única en curva con peralte, para una velocidad máxima del tramo de 160 km/h, sin zonas rectas cercanos), «hacen inviable su adecuación a las exigencias normativas en materia de interoperabilidad sin rebajar la velocidad del tramo, con el consiguiente perjuicio para la explotación de la línea».
En estos momentos, los convoyes pueden circular a 160 por hora por Laxosa (que tiene doble vía) y por la variante de A Pobra, pero en las inmediaciones de Céltigos llegan a reducir a 80 por hora, una velocidad que en las condiciones de electrificación y mejoras previstas para el 2024 hacen que el apeadero de Céltigos pierda sentido y, por tanto, no se reformarán los andenes e infraestructuras, como sí ocurrirá en la parada de la parroquia de O Corgo y en las de Oural y Rubián.
La obra más importante de este contrato se acometerá en Sarria, que en el 2018 llegó a tener 20.400 pasajeros, debido sobre todo al tirón del Camino de Santiago. Y es que se incluye la construcción de la demandada pasarela para unir el núcleo urbano de la villa con el barrio de O Mazadoiro. Se levantará una estructura metálica y hormigón de 22 metros, con escaleras y rampas en el inicio que pueden llegar a tener una pendiente del 8 %. Se descartó el paso subterráneo por peligroso.