La autovía Santiago-Lugo, ahora la mayor obra pública de Galicia, progresa en su punto más crítico

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El imponente viaducto de un kilómetro del río Pambre está avanzado y los trabajos hacia Arzúa van más lentos, con el horizonte en el 2024

16 abr 2022 . Actualizado a las 20:50 h.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, afirmó hace tres semanas que el tramo Palas de Rei-Melide de la autovía de Lugo a Santiago (A-54) estará acabado en el 2023. No concretó en qué mes estaría terminado este trazado, pero por el ritmo que llevan las obras en los últimos meses, y con los datos que aporta el ministerio, la finalización de los trabajos no debería alargarse mucho durante el próximo año.

Una vez que han finalizado las obras del AVE de entrada en Galicia —y a la espera de que el ADIF empiece las obras en la variante ferroviaria de Ourense o adjudique los 157 millones de euros para el acceso ferroviario de 6,7 kilómetros al puerto exterior de A Coruña— a día de hoy la construcción de los 28 kilómetros que restan de la autovía Lugo-Santiago, entre Palas de Rei y Arzúa, es la principal obra nueva que ejecuta el Estado en la comunidad.

A nivel de red viaria quedan por concluir algunas demandas históricas, como la A-56 de Lugo a Ourense o la A-74 en A Mariña, pero el inicio de estas infraestructuras coincidirán en el tiempo con la finalización de la A-54. Precisamente el arranque de las obras de la autovía Lugo-Santiago se produjo cuando el Estado estaba terminando las de la A-8, y a su vez esta vía se comenzó a ejecutar en Galicia cuando se acabaron las autovías A-6 y A-52 con la Meseta. 

Después de una serie de años con dudas en la ejecución del tramo entre Palas y Melide (las obras comenzaron el 31 de julio del 2017 y deberían estar ya finalizadas), entre otras cuestiones por un cambio en el diseño del viaducto del Careón para adaptarlo a una nueva declaración de impacto ambiental, los trabajos van muy avanzados, como demuestra el grado de ejecución de las grandes estructuras.

El Ministerio de Transportes explica que ya se han ejecutado todos los pasos inferiores de los 11,7 kilómetros entre ambos municipios. Además, están en obra cuatro pasos superiores, mientras que el resto ya finalizaron.

Pero quizás los elementos estructurales más destacados y complejos, los viaductos, se podría decir que ya no son un escollo. Así, el Gobierno explica que ya están terminados los puentes sobre el río Furelos, el de O Careón (para salvar especies endémicas protegidas por la Red Natura 2000), el del río Seco y el del Rego de San Xulián. Mientras que están en ejecución uno pequeño, el del Rego do Vilar, y la obra más emblemática de toda la autovía, el viaducto de un kilómetro que salva el río y el valle del Pambre.

Este imponente puente que planea sobre el valle, y ya visible desde la N-547 y el Camino de Santiago, está muy avanzado, desde que en agosto del 2020 se comenzó su construcción. Está diseñado por un único tablero dispuesto sobre 15 pilas y 16 vanos. La longitud entre los ejes de los estribos será de 977 metros y su anchura, de 24,30 metros. Contará con dos calzadas con dos carriles de 3,5 metros. Para su construcción se van a necesitar 4,9 millones de kilos de acero y su coste asciende a los 16,8 millones de euros (todo el tramo tiene un presupuesto de 85,6 millones). Cuando esté totalmente terminado se puede decir que habrá acabado la obra más compleja a nivel técnico de todo este trazado, al que por el momento aún le falta el asfalto. 

Control arqueológico y ambiental

Por otra parte, el Gobierno también señala que se siguen produciendo movimiento de tierras, con desmontes y terraplenes de las obras. Y en cuanto a los drenajes, ya se han hecho todas las obras de drenaje transversal. También finalizaron las medidas de control y seguimiento arqueológico. Hasta nueve actuaciones arqueológicas han necesitado detener cautelarmente las obras, entre ellas un yacimiento romano. Todo ha quedado documentado.

Además, a nivel ambiental, mientras se desarrollan las obras de construcción ya se aplican las medidas correctoras y compensatorias que marcó la declaración de impacto ambiental, con el fin de controlar y reponer aquellas especies de la flora que se pudieran ver dañadas por los trabajos y la maquinaria. Se contempla la conservación de las especies protegidas en su propio hábitat, un seguimiento de la flora amenazada y un reforzamiento poblacional. En especial, los investigadores del Grupo de Investigación Análise e Conservación da Biodiversidade de la Universidade de Santiago vigilan con mimo las tres plantas protegidas y que forman parte del Catálogo Galego de Especies Ameazadas: Leucanthemum gallaecicum, Armeria merinoi y, sobre todo, Santolina melidensis.

Además, en la ejecución del tramo entre Palas y Melide, se incluye el proyecto de construcción de un vial que unirá la N-547 con la A-54, el conocido como enlace de Remonde, y que servirá para dar salida y entrada a los vehículos de ambas carreteras y, sobre todo, dar servicio al polígono industrial de A Madanela, en Melide.

El trazado hacia Arzúa sigue más lento y quizás no esté hasta el 2024

En el encuentro de la ministra de Transportes con el presidente de la Xunta, el pasado 21 de enero en Santiago, Raquel Sánchez no dijo nada sobre cuándo podría estar acabado el otro tramo en obras de la autovía, los 16 kilómetros entre Melide y Arzúa, cuyo coste supera los 103 millones de euros.

Por la información que traslada el Ministerio de Transportes el grado de ejecución aún no es alto y todo indica que hasta el 2024 no estará terminado. El Gobierno señala que en cuanto al movimiento de tierras, se está procediendo a la excavación en desmontes y machaqueo para producción de áridos. También están en ejecución las obras de drenaje transversal.

En cuanto a estructuras, hay tres pasos inferiores ya terminados y otro en ejecución, mientras que se están construyendo dos pasos superiores. Pero para hacernos una idea de todo lo que aún falta por construir, en el proyecto se incluyen 19 estructuras, con ocho viaductos sobre los ríos Brandeso, Iso, Boente, Catasol, Ladrón, Valverde, Fontesagrada y Cabazás; y 11 pasos superiores (se están ejecutando dos) y 9 pasos inferiores (tres terminados y uno en obras).

Los servicios afectados, como reposiciones de líneas de abastecimiento y eléctricas, ya han sido ejecutadas. También se están aplicando las medidas correctoras y compensatorias de la declaración de impacto ambiental.

14 yacimientos arqueológicos

Y con respecto a los trabajos de control y seguimiento arqueológico, estos siguen abiertos. Hay que recordar que solo en este tramo se han hallado catorce yacimientos de diferentes épocas que se deben proteger. Inicialmente se hicieron cautelas arqueológicas en A Roda, Barros, Vilantime y Castro, pero también se localizaron mámoas, fosas y yacimientos romanos.

Los presupuestos del Estado

Los Presupuestos Generales del Estado para el 2022 asignan 16,1 millones para el tramo Melide-Arzúa, pero hasta el 2025 se prevén las siguientes inversiones: 27 para el 2023; 38,8 para el 2024; y 8,8 para el 2025. Que se anoten casi nueve millones para el 2025 no significa que las obras se extiendan hasta ese año, ya que a veces quedan restos a pagar una vez finalizados los trabajos, pero que se asignen 16,1 millones no hace prever que el ritmo de ejecución en este tramo sea muy optimista.