Pilar de Lara, la jueza de la Pokémon y la Carioca, obtiene el traslado por concurso a la Audiencia Provincial de Asturias

LUGO CIUDAD

Dejará el Juzgado de Instrucción número 3 de Ponferrada, donde ejercía desde que fue sancionada por el Poder Judicial y perdió su puesto en Lugo
21 may 2025 . Actualizado a las 17:22 h.La magistrada Pilar de Lara Cifuentes, hasta ahora titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ponferrada, acaba de obtener una de las plazas en propiedad de la Audiencia Provincial de Asturias. La jueza murciana se incorporará próximamente a la sección Penal de la sala ovetense, donde tendrá competencias exclusivas de violencia sobre la mujer. La resolución del concurso ha sido notificada este miércoles por el Poder Judicial y en ella figura ya de manera oficial su traslado.
A pesar de que su último destino ha sido Ponferrada, el nombre de Pilar de Lara estará siempre vinculado a Galicia y, especialmente, a Lugo. La jueza estuvo durante más de una década al frente del Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad amurallada, desde donde comandó las dos grandes macrocausas que la marcarán para siempre: la operación Pokémon y la Carioca.
La Pokémon
El primer proceso investigó durante años una supuesta red de corrupción en la política gallega, con ramificaciones en Asturias, Cataluña y las Islas Baleares. Según de Lara, miembros del PSdeG, del PPdeG y del BNG se habrían beneficiado de adjudicaciones fraudulentas por toda la comunidad, creando un sistema corrupto codo a codo con empresas de distintos sectores, como las basuras, los transportes o la gestión de servicios municipales.
La magistrada llegó a investigar a cerca de 250 personas a lo largo de toda la instrucción, entre los que destacan López Orozco, exalcalde de Lugo; Gerardo Conde Roa, exregidor de Santiago; Paula Prado, secretaria de organización del PPdeG; Fernando Blanco, exconselleiro del BNG, o Francisco Rodríguez, en aquel momento mandatario de Ourense. Muchos tuvieron que dejar la política por las acusaciones de corrupción derivadas de esta causa, aunque la gran mayoría terminaron saliendo absueltos.
El único gran damnificado políticamente fue Francisco Fernández Liñares, concejal de Urbanismo de Lugo, que ahora mismo cumple condena de prisión por diversas causas por las que fue condenado. La Pokémon terminó el año pasado con el juicio de la última gran pieza, por la que Liñares y cargos de varias empresas aceptaron penas menores por haber amañado el contrato de la grúa municipal hace ya casi dos décadas.
La Carioca
Algo similar ocurrió con la Carioca, la mayor trama de prostitución de la historia de España en términos de volumen de papeleo y diligencias. De Lara la abrió hace ya casi 20 años y terminó arrollando a miembros de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de la Justicia y a varios proxenetas, dueños de los principales clubes de alterne de las provincias de Lugo y de Ourense. La jueza coordinó una gigantesca investigación que culminó con tres partes diferenciadas: la de la unidad de Extranjería de la Policía Nacional, la de los miembros de la EMUME de la Comandancia lucense y la de los proxenetas.
Al igual que con la Pokémon, los agentes de la ley terminaron absueltos o con penas menores. Solamente se castigó duramente a Armando Lorenzo, el cabo de la sección, que aceptó una condena por haber agredido sexualmente a una mujer prostituida y por haber protegido a los dueños de los clubes. Varios cumplen pena de prisión todavía hoy por haber mantenido encerradas y amenazadas a cientos de mujeres extranjeras en sus negocios, repartidos por todo Lugo. La macrocausa se terminó también en el 2024 en medio de muchas críticas por las bajas penas que se lograron para los acusados.
De Lara abrió también causas como la Cóndor o el caso del Garañón, que también terminaron diluidas.
Sancionada por el Poder Judicial
Pilar de Lara Cifuentes dejó Lugo en el 2019 y no por voluntad propia. El Consejo General del Poder Judicial la sancionó con la pérdida de su plaza por la dilación extraordinaria de sus procedimientos. Desde que llegó, existió un malestar en los juzgados lucenses por las inmensas causas que abría y que tardaba años en cerrar, dejándolas vagando sin pedir más diligencias y manteniendo imputadas a personas durante más de una década. Eso le valió un castigo que la hizo terminar en un juzgado ordinario de Ponferrada. Todavía tiene recurrida la resolución ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Ahora, parece que su suerte ha cambiado al obtener un ascenso que la llevará por primera vez en su carrera a una sala de segunda instancia. Y nada menos que a Asturias, una comunidad con la que ella tiene unos estrechos lazos y que conoce a la perfección.