Derribo parcial en Viveiro de un edificio habitado hace 30 años, un caso similar a otro de Sarria

s.s. VIVEIRO / LA VOZ

SARRIA

OSCAR CELA

El Concello paga la reducción de alturas en la entreplanta y en el sobreático, acatando una sentencia que legaliza el inmueble

19 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Compraron pisos y locales comerciales construidos con licencia municipal. Comenzaron a habitarlos hace casi treinta años. En 1994, tras la denuncia de un particular, una sentencia declaró ilegal el edificio y ordenó demoler parte de él. Con el fallecido exalcalde Melchor Roel, el Concello litigó en los tribunales. En el 2013 redujeron la condena a cambio de tirar el ático y rebajar el entresuelo. Ha llegado el momento de cumplirla, con lo que los dueños de veinte pisos y varias locales del número 48-50 de la viveirense calle Nicolás Cora de Viveiro padecerán a partir de febrero consecuencias de irregularidades que desconocían, pero al mismo tiempo conseguirán legalizar sus propiedades. El Concello prevé pagar unos 258.000 euros por el derribo y la reconstrucción, y los vecinos asumirán el coste de los realojos y el resto de perjuicios.

PEPA LOSADA

258.000 euros

El proceso está en marcha. El Concello de Viveiro ya ha agotado todas las prórrogas concedidas por los tribunales. El gobierno viveirense que preside María Loureiro acordó el pasado lunes sacar a concurso unas obras que podrían acabar en cuatro meses. En los próximos días las empresas interesadas podrán presentar ofertas. La adjudicataria derribará el techo del edificio y la última planta que da a la calle Nicolás Cora, así como las terrazas, y lo reconstruirá. Para rebajar alturas, en la parte posterior del inmueble modificará superficies de cuatro pisos. Además, rellenará el suelo de la planta baja y el techo de la entreplanta para que la altura de ambas no supere los cinco metros.

El concello vivariense corre con los gastos de adaptación del inmueble a la normativa urbanística porque el gobierno local de mayo de 1988 permitió esa construcción con una licencia declarada ilegal después en los tribunales.

Corren con los gastos

Los habitantes de viviendas de los últimos pisos y los usuarios de los locales comerciales situados en el bajo y en la entreplanta se hacen cargo de los gastos que para ellos conllevan las obras, incluidos los de realojamiento, en los casos en los que no puedan continuar en sus propiedades mientras duren las obras.

Los afectados sarrianos propusieron una solución parecida, pero que debe aceptar un juzgado

El caso de Sarria, en el edificio del número 70 de Calvo Sotelo, también hay un exceso en los pisos de la última planta, y el bajo y la entreplanta sobrepasan la altura de 5 metros útiles entre los dos. Los vecinos presentaron un proyecto que consistiría en hacer cambios en la cumbrera del edificio y también rebajar las alturas del bajo y de la entreplanta para que no sobrepasen los cinco metros. Este asunto está por ver aún en el juzgado y podría seguir el modelo de Viveiro, aunque en Sarria hubo cambios normativos intermedios que complican la situación.