
En los últimos seis meses, el gobierno local concedió tres autorizaciones de obra sin tener los informes preceptivos
14 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las licencias de obras y licitaciones en el Concello de Sarria parece que siguen unos trámites diferentes al resto de administraciones. En los últimos seis meses, el gobierno municipal otorgó tres permisos sin reunir todos los informes obligatorios previos. Por ley, una administración está obligada a consultar a todos los organismos y particulares afectados por una obra antes de dar la licencia, y la podrá otorgar una vez que todos los informes sean favorables. Este trámite es estrictamente necesario tanto cuando el Concello da una licencia a un particular como cuando licita una obra pública.
Sin informe de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil
Hotel privado. En septiembre del año 2020, el Concello de Sarria concedió a unos promotores licencia para la construcción de un hotel. Este permiso fue aprobado sin consultar a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, uno de los organismos que obligatoriamente tenía que informar a favor. Hace unas semanas, la autoridad de aguas emitió un informe desfavorable porque el solar se encuentra en una zona de cauce del río Sarria. Los promotores, que pidieron la licencia sin tener conocimiento de la falta de ese permiso, se ven ahora abocados a un proceso judicial de final dudoso. Por el momento, recurrieron ante la Confederación y, si sigue siendo negativo, acudirán al Tribunal Superior de Xustiza. Con esta forma de actuar del Concello de Sarria, los ciudadanos no consiguen una seguridad jurídica tras haber pagado por una licencia, ya que no saben si todo está en orden o puede dejarles sin una licencia legal en el algún momento del futuro.
Sin permiso de la Xunta de Galicia
Calle Diego Pazos. En lo referido a las obras del propio Concello, el mes pasado se realizó la reforma de Diego Pazos sin contar con la autorización de la Xunta. El organismo autonómico reiteró en dos ocasiones su negativa al proyecto presentado por el ayuntamiento. El Concello licitó y contrató las obras a pesar de la postura en contra del ente autonómico, que debía constar como favorable obligatoriamente porque es la propietaria de la calle. La rodadura de Diego Pazos ya está arreglada, pero las aceras no se levantaron, que era lo que más problemas producía, ya que provocaba filtraciones de agua a los bajos.
Sin informe de Patrimonio
Pasarela provisional de Ponte Ribeira. El otro caso promovido por el Concello fue el de Ponte Ribeira. El gobierno local presentó en enero del 2020 el proyecto de la pasarela provisional a Patrimonio. Según la ley, si este organismo autonómico no emite un informe favorable en tres meses, significa automáticamente una respuesta negativa. Pasado ese tiempo, el Concello no recibió autorización ninguna, por lo que ya sabía desde abril del 2020 que no contaba con el permiso de Patrimonio. Sin embargo, en diciembre licitó las obras y en febrero las contrató. A principios de este mes, el ayuntamiento recibió por escrito el informe desfavorable de la autoridad cultural. Aun así, esta semana el alcalde anunciaba su intención de continuar con el proyecto.
¿Cuáles son las consecuencias?
Esta forma de proceder del Concello de Sarria provoca inseguridad jurídica para el ciudadano. Para el ayuntamiento, las irregularidades en la adjudicación de las licencias podrían tener consecuencias en el caso de que alguna administración o particular decidiese denunciar al ayuntamiento o informar a la Fiscalía. En el caso de Diego Pazos, donde ya se realizaron las obras, nadie podrá asegurar por ejemplo que en caso de accidente, inundación u otras contingencias, las empresas aseguradoras se escuden en la irregularidad para no cubrir los daños. Y si se produjesen daños por el estado de las aceras, las condiciones en las que fueron hechas las obras podrán ser investigadas, ya que no es responsabilidad de la Xunta porque no las permitió.
Por otra parte, si el Concello sigue adelante con las obras de Ponte Ribeira, que no están autorizadas, podría incumplir la Lei del Patrimonio Cultural de Galicia. El organismo autonómico es entonces quien tiene el deber de iniciar un régimen sancionador. Y lo peor: paralizar las obras y dejar aún durante más tiempo a los sarrianos sin la infraestructura. El inicio de la construcción de la pasarela provisional de Ponte Ribeira supondría que el ayuntamiento incumpliese la ley e incurriese en infracciones graves de la Lei de Patrimonio. Estos incumplimientos podrían suponen sanciones de entre 6.000 a 150.000 euros, un dinero que podría ir para multas en vez de beneficio de los sarrianos, que probablemente seguirán sin ver el histórico puente del Camino. En el caso de que Patrimonio emita una orden de paralización de las obras y el Concello siga adelante, supondría ya una infracción grave, que prevé multas de hasta un millón de euros.