Motivos pequeños y diseños con significado, los tatuajes de los lucenses

LUCÍa BLANCO / M. G. LUGO / LA VOZ

SARRIA

Sandra Moreno, responsable del estudio Milímetros Tatto en Sarria
Sandra Moreno, responsable del estudio Milímetros Tatto en Sarria ALBERTO LÓPEZ

«Los jubilados se animan a grabarse el nombre de los nietos», explican

15 ago 2021 . Actualizado a las 11:34 h.

Los tatuajes se popularizaron a lo largo del siglo XX, pero en Lugo, después de la pandemia, son muchos los que se animan a marcar su piel con tinta por primera vez o a seguir cubriendo su cuerpo con este tipo de expresiones artísticas. Los motivos pequeños y los diseños con significado son las peticiones más demandadas en la provincia de Lugo.

En Flyers Tattoo llevan casi dos años tatuando, pero Nayma, una de las profesionales de este estudio, que destaca por su trabajo con la línea fina, cuenta con una gran experiencia ya que pronto descubrió que era lo que le gustaba y lo lleva haciendo desde que tenía 15 años. Cuenta que, junto a su socio, Alberto, hacen «un poco todo, pero especialmente palabras y fechas, cosas muy finas». Trabajan principalmente el «fine line», pues sus clientes son mayoritariamente mujeres que se decantan por este tipo de diseños de líneas definidas y una estética muy limpia y delicada.

El perfil de personas que acuden a su estudio es variado pero, generalmente, todos deciden marcar su piel y que esto tenga un significado. Sus clientes se reparten por toda la comunidad, ya que hay personas que acuden a propósito para tatuarse, incluso desde la provincia de Ourense. En un sector donde «la mayoría siempre han sido hombres», aunque lo importante es el buen pulso y el buen trato con los usuarios, Nayma asegura que las tatuadoras lo siguen teniendo difícil. Aún así, esta valenciana de nacimiento se siente muy contenta al ver cómo sus creaciones tienen vida en la piel de sus clientes pues reconoce que «se llevan una pequeña parte de mí».

Recuerdo a personas fallecidas

En Flyers Tattoo cuentan que la demanda se incrementó tras la pandemia, cuando también tuvieron que modificar sus rutinas para adaptarse a la nueva normativa y que algunos de los tatuajes, pero no muchos, son en recuerdo de personas fallecidas. En Milímetros Tattoo lo confirman pues, aseguran que «justo después del confinamiento» son más los que se atreven a escribir algo en su piel para siempre ya que incluso llegaron a trabajar «más que en todo el tiempo que llevamos abiertos». Sandra Montoliu, la tatuadora, que empezó en el sector debido a su gran pasión por el dibujo, cuenta que los «motivos pequeños» son los que más triunfan porque «son con los que empieza la gente». En un principio, su clientela era principalmente masculina pero, actualmente, la demanda entre hombres y mujeres está igualada. La mayoría intenta que «cada parte del tatuaje tenga significado», aunque también prima los motivos estéticos para «tapar estrías o cicatrices».

Personas de Madrid e incluso de Suiza y Alemania acuden a Sarria hasta el estudio de esta profesional que lleva 7 años tatuando en el concello lucense, y en el que también son habituales los peregrinos. Estos se decantan por frases o símbolos en recuerdo de su experiencia pero que «no sean los típicos del Camino».

Ancianos amantes de la tinta

En cuanto a los tatuajes en recuerdo a seres queridos cuenta que «siempre se han hecho, especialmente entre la gente joven». Pero no son los únicos, pues los jubilados también se encuentran entre los apasionados de la tinta. Una de sus clientas, una señora de 75 años, decidió hacerse su primer tatuaje con «los nombres de sus nietas».

En Viveiro Tattoo, tras la pandemia mantuvieron el nivel de trabajo, lo que los llevó a trasladar su estudio, pues el suyo se les quedó pequeño debido a la gran demanda. Este negocio, que lleva 6 años abierto en el municipio mariñano, cuenta con clientes de otras comunidades e incluso de otros países que vienen buscando un estilo concreto «xa que moita xente colecciona tatuaxes e móvese moito», asegura Iván Roel, el gerente. Aunque cuentan con tatuadores invitados para «poder atender as demandas de tódolos clientes», Marco Paraños y Etor Toral son los residentes que trabajan, siempre con tintas veganas, el estilo tradicional americano y el New School respectivamente.