La zona comercial de Sarria que apagó Ponte Ribeira duda de volver a ser lo que fue

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Ponte Ribeira es ahora una pasarela metálica provisional que podrá funcionar solo cuatro años
Ponte Ribeira es ahora una pasarela metálica provisional que podrá funcionar solo cuatro años ALBERTO LÓPEZ

Los empresarios afectados esperan que la reapertura no sea una solución temporal

10 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace siete años y medio, la Rúa do Peregrino, en Sarria, era «un parar de coches y caminantes». Sin embargo, junto con el derribo de Ponte Ribeira también cayó directamente el tráfico de gente y con él la vida comercial de una de las mejores zonas del pueblo, tal y como recuerdan los comerciantes que aún resisten. Ahora, con la pasarela provisional prácticamente terminada, están contentos de recuperar el puente, pero la espera les causó apatía. «A ver se desta por fin vai».

La Rúa do Peregrino era una de las calles que unía las dos principales arterias, separadas por el río que divide la ciudad. Se accedía a ella a través de Ponte Ribeira. «Estaban tódolos locais ocupados con comercios», recuerdan. Además, era el itinerario del Camino de Santiago. Con el derribo del polémico puente, más allá de todos los vecinos de Sarria, fueron los más afectados: «Pasamos a facturar un 30 % menos», declara Ismael Rodríguez, de la librería Aurum. Para llegar hasta esta zona sin poder usar Ponte Ribeira, los sarrianos tenían que rodear el pueblo, por lo que le gente dejó de ir a los comercios. A día de hoy, tan solo una parte de los comercios locales siguen abiertos. Lo que más pudo resistir fueron los albergues o cafeterías que se dirigen a los peregrinos. «Nalgúns locais abriu xente varias veces durante estes sete anos que tivo que volver a pechar porque non daba mantido os negocios».

Ismael Rodríguez, de la Librería Aurum, ubicana en el Rúa do Peregrino
Ismael Rodríguez, de la Librería Aurum, ubicana en el Rúa do Peregrino U.C.

De hecho, algunos empresarios de la zona admiten que no ha sido fácil salir adelante estos años. «A xente que vén, faino adrede polos produtos que temos porque por diante non pasa ninguén», cuenta el gerente de un comercio de alimentación. Otros recurrieron a potenciar la venta online para suplir la falta de clientela en la tienda física. Por suerte, les salva que en ese barrio se encuentre el Colegio Frai Luis de Granada, que al menos genera tránsito de personas a diario.

Miedo a lo «provisional»

Los comerciantes afectados estuvieron presentes en todas las manifestaciones que en decenas de ocasiones organizaron los vecinos de Sarria reclamando un plan para reabrir Ponte Ribeira. Y no solo eso, sino que se reunieron con los responsables de los distintos gobiernos locales, hicieron concentraciones y recogieron firmas, «pero non servía para nada», recuerda Rodríguez. Una de las últimas manifestaciones fue en el 2018, cuando se cumplían cuatro años desde el corte del puente. No se imaginaban que llegarían hasta los siete y medio en la misma situación.

«Estamos contentos de que por fin se abra, pero xa non podemos nin alegrarnos o que debería porque estamos cansados desta situación». Los comerciantes dudan de que se recupere el tráfico que había antes del derribo de Ponte Ribeira, porque el pueblo «acostumouse» a convivir sin ese paso, pero sobre todo les preocupa el carácter de «provisional». El puente que está a punto de abrir es una pasarela metálica provisional, que primero había tenido la negativa de Patrimonio. Lo establecido es que se emplee durante cuatro años. Entonces, deberá tirarse y dar paso al puente definitivo que recupere también la parte protegida. «Non nos fiamos de que en catro anos volvamos a estar na mesma situación e isto só sexa temporal», afirma Rodríguez, uno de los comerciantes más activos. Por lo que piden que se diseñe el plan de rehabilitación integral. Explica que todos los vecinos entienden el respeto al patrimonio, pero es primordial la funcionalidad y que se recupere el tráfico que unía el pueblo.