
El sector tecnológico gallego une sus fuerzas para dar un paso más allá en la iluminación pública inteligente
18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En Galicia hay seiscientos mil puntos de alumbrado público que paulatinamente están adoptando nuevas tecnologías como la LED. ¿Cómo controlar su eficiencia valiéndose precisamente de las nuevas tecnologías que permiten la implantación de esa modernización paulatina del alumbrado? Un consorcio gallego ha dado con la fórmula y ha unido bajo un mismo paraguas a buena parte del sector tecnológico galaico para impulsarlo. Se trata del Consorcio Candela.
Con un presupuesto de investigación para el 2017 y el 2018 de 1,5 millones de euros y 11,3 millones en activos tecnológicos y propiedad intelectual, el proyecto ha sido respaldado por la Consellería de Economía, Emprego e Industria y cofinanciado por la Axencia Galega de Innovación. Actúa con ellos la Universidade de Vigo.
«El objetivo es resolver, mediante la integración de las últimas tecnologías digitales, los cuellos de botella y deficiencias existentes a lo largo del ciclo de vida de las luminarias LED instaladas», explica el profesor de la Universidade de Vigo Pedro Arias. Básicamente se trata de acortar los plazos de verificación y análisis del alumbrado para abordar las incidencias casi en tiempo real.
Si se hace como lo está diseñando el consorcio, en el que están Insitu, Itelsis, el Centro Tecnológico Gradiant, Inteco y Setga -esta última como compañía líder del consorcio-, el tiempo total de operaciones para auditar y controlar el alumbrado público podría reducirse en un 99 % con respecto a los plazos actuales.
De la farola al satélite
El sistema consiste en que esa auditoría y control lo haría un vehículo dotado con sensores, que recorre la red donde están los puntos de luz y capta la información que le ofrecen las nuevas luminarias, que ya incorporarían software lumínico específico que lo haría posible, y el vehículo a su vez lo transmite vía satélite.
«Una vez ejecutada la infraestructura, el mismo vehículo podrá implementar cada año una auditoría verificadora sobre los parámetros lumínicos, corrigiendo instantáneamente las potenciales desviaciones reales experimentadas por variables como el flujo lumínico o la temperatura de color gracias a la posibilidad de conectarse remotamente con luminarias», explica Arias. De esta forma, se llevaría a la práctica un control real de lo que hasta ahora solo se ha podido hacer de forma teórica, porque el comportamiento de los LED solo ha sido estimado mediante cálculos. Ningún fabricante ha tenido funcionando una luminaria de estas características durante 25 años.
El Consorcio Candela es uno de los programas de alumbrado público inteligente más ambiciosos y con mayor soporte presupuestario en el sector en Europa, explican desde Setga, la empresa que lidera el consorcio. Solo ha sido posible gracias a que se han aunado sinergias entre empresas e instituciones «altamente especializadas en diversos campos tecnológicos». Abarca desde las telecomunicaciones hasta la fabricación de luminarias LED, pasando por la digitalización de infraestructuras y la ingeniería software.
Actualmente trabajan en su desarrollo un equipo de 48 personas de todas las empresas implicadas en el consorcio e investigadores de la universidad.
La apuesta por la fabricación en Galicia frente a la avalancha de productos de Asia
En torno a las nuevas tecnologías de iluminación hay un sector potente en Galicia que, en ocasiones, se encuentra con dificultades para que el cliente conozca la importancia de apostar por la calidad.
El contexto global es muy complejo, como ha constatado la consultora Mckinsey. A pesar del crecimiento de mercado, la industria europea de alumbrado público destruye miles de puestos de trabajo al año debido a la incontrolada entrada de productos asiáticos.
Sin embargo, desde el sector gallego estiman que si para renovar sus seiscientos mil puntos de alumbrado público, Galicia apostase por sistemas tecnológicos como Candela, desarrollados y fabricados íntegramente en esta comunidad autónoma, sería posible generar empleo en este sector.
Y lo cifran en tres mil puestos de trabajo, haciéndose eco de una investigación realizada en ESADE, que sitúa el ritmo de generación de trabajo en un empleo anual por cada doscientas farolas renovadas. Y a más fortaleza del sector en Galicia, mayores exportaciones desde la comunidad a otros mercados exigentes.
De hecho, los miembros del consorcio ya están presentes en mercados con altos estándares de calidad. Han competido en los mercados exteriores de primer nivel mundial y sus productos tecnológicos están presentes en la ESA (Agencia Espacial Europea), el ayuntamiento de Ámsterdam, Milán, el puerto de Rótterdam y en al menos 76 ayuntamientos centroeuropeos, y cuentan con la confianza de grandes compañías internacionales de infraestructuras y telecomunicaciones.