El pulpo de Discefa mete sus tentáculos en el supermercado

A. Buíncas REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

cedida

La compañía con sede en Cambre es líder mundial en venta de pulpo congelado al por mayor. Con clientes en 40 países, su última hazaña ha sido dar el salto a los lineales del súper con el producto cocido refrigerado

16 feb 2020 . Actualizado a las 22:43 h.

Hace más de tres años que el Rey del Pulpo dejó de ser gallego de capital. Y el producto que procesa tampoco tiene ese origen, como más del 95 % del que se sirve en hostelería, su principal cliente. Pero sigue teniendo su trono en Cambre, desde donde reina en todo el mundo. No en vano, Galicia es «cuna internacional» del cefalópodo de calidad y eso supone «una ventaja comercial para nosotros». En ese nosotros que conjuga Miguel Peralta, presidente y director general de Discefa, empresa líder mundial en venta al por mayor de pulpo crudo congelado de alta calidad, están los fondos de capital riesgo GED V y Oquendo, que en el 2016 se hicieron con la compañía que en 1982 veía la luz en el puerto de A Coruña para mudarse en el 2006 al polígono del Espíritu Santo.

El desembarco de la nueva gerencia supuso un punto de inflexión para la compañía. Una inversión de 4,3 millones de euros para aumentar un 45 % la capacidad de la planta (de 11.000 a 16.000 toneladas) y, de paso, robotizarla, mejorar la trazabilidad e implantar sistemas internacionales de control de calidad situaron a Discefa a la vanguardia tecnológica de las empresas de procesado de pulpo en todas sus variedades. «La sala blanca de cocción parece un quirófano», dice ufano Peralta al referirse a las medidas de higiene y calidad más exigentes.

Porque la consigna para Discefa es la calidad. Esa de la que tanto adoleció el mercado cuando el pulpo estuvo tan caro. ¿Cómo se consigue? Primero, apostando por la pesca artesanal y sostenible en los países de origen del pulpo, que son Marruecos, México y Chile. Si en el 2016 los proveedores de la compañía eran en un 24 % pequeñas embarcaciones, ahora el porcentaje se sitúa en el 94 % y el objetivo es llegar al 99 % en el 2020.

La ultracongelación inmediata, el mismo día de la captura, es la segunda parte de la receta. La guinda es el procesado en la «avanzadísima» planta de Cambre, con una tecnología que garantiza ese marchamo de calidad que se autoexige el Rey del Pulpo y las demás marcas de su familia: Fribó, Algarvio, Pindusa y Tentak.

Si hasta ahora Discefa reinaba con su pulpo crudo congelado en el canal horeca, a través de una red de distribuidores seleccionados en los más altos estándares de calidad, su nueva línea, el pulpo cocido congelado, está llamada a extender sus dominios en la restauración y llegar a los hogares, donde el Rey del Pulpo acaba de meter sus tentáculos.

Capaz de poner en «cualquier punto de EE. UU. cualquier pedido en 72 horas»

La mayor parte del pulpo que sale de la factoría de Cambre, un 88 %, va, en sus distintos formatos y marcas, al exterior. Hasta 40 países -11 ellos incorporados a la cartera a partir del 2016- reciben cefalópodo de Discefa. «No queremos ser una gran empresa local, sino una gran empresa internacional», recalca Peralta. Y ahí está que han empezado a montar la red comercial en los países árabes, al tiempo que profundizan en los tradicionales, planean el desembarco en otros que no han explorado y se emplean a fondo en el mercado de EE. UU., en el que ya es líder de exportación, con 1.400 toneladas comercializadas, pero que «todavía tiene recorrido».

Para ganar esa posición, Discefa ha montado su propia distribuidora, Ditusa, «capaz de servir en menos de 72 horas cualquier pedido en cualquier lugar de Estados Unidos». Ahí reside el secreto de su éxito: «Las empresas europeas fracasan en EE. UU. porque no priman el servicio y el americano, si hace un pedido, lo quiere pasado mañana».

Ahora su gran apuesta es el pulpo cocido. Porque puede que para un gallego sea fácil cocerlo, pero para alguien de Cuenca, como el propio Peralta, no lo es tanto. Así que se lo hace Discefa en el «quirófano» de Cambre. Además, por optimizar espacio y tiempo, «a corto plazo muchos restaurantes irán dejando de cocer el pulpo y se inclinarán por comprarlo ya cocinado». ¿Pálpito? No. Lo dicen las ventas.

Miguel peralta presidente y director general

«Nuestro objetivo es que se pueda comer hasta en las casas de Cuenca»

Discefa descarta diversificarse hacia otros productos. El conquense Miguel Peralta está convencido de que el gran valor de la compañía es esa superespecialización en el pulpo de calidad, que la ha llevado a moverse en una horquilla de facturación de entre 70 y 90 millones, en función de la cotización de un producto «que ha llegado a estar por encima de las cigalas».

­—¿Qué planes tiene?

—Aparte de consolidar los mercados tradicionales y abrir otros, para nosotros es importante ahora entrar en más cadenas de distribución, como ya hemos hecho en Gadisa, con nuestro pulpo cocido de calidad. Nuestro objetivo es que el pulpo se pueda comer en todas las casas, incluso en las de Cuenca.

­—¿Es difícil conseguirlo allí?

—Pues sí. En Galicia estamos todos muy acostumbrados, como también en Madrid, pero hay zonas en las que el pulpo no se ve. A través de este producto de calidad será más fácil que se extienda el consumo.

—Están en 8.000 toneladas al año, ¿hay margen a subir las ventas?

—A un precio razonable como está este año, esperamos que el consumo repunte. Los del 2019 eran realmente atípicos y no creemos que se vuelvan a repetir. En el 2018 la media era de 8,30 euros el kilo y en el 2019 estuvo a 12,25. Nuestro objetivo a tres años es situarnos en 12.000 toneladas y entre 110 y 115 millones de facturación.

­—¿Planean vender la compañía?

—Hubo movimientos, empresas que se acercaron, pero dentro de los planes de Discefa está cumplir con su plan estratégico. Ya veremos dentro de unos años. Prácticamente acabamos de empezar, hemos hecho las inversiones en planta, en el área comercial y ahora aparece lo del retail y hay que rodarlo. Nuestro objetivo todavía es vender mucho más.