
La filántropa y escritora, y persona clave en el éxito de Amazon, ha donado en los últimos cuatro meses 4.000 millones de dólares a organizaciones caritativas con el fin de ayudar a los estadounidenses más golpeados por la pandemia
14 mar 2021 . Actualizado a las 09:03 h.Muy a su pesar, y a su deseo de mantenerse lejos de los focos, MacKenzie Scott, la exmujer de Jeff Bezos, fundador de Amazon y el hombre más rico del mundo, vuelve a ser noticia. Por dos motivos. El primero, que se acaba de casar de nuevo. Con un profesor de instituto. Dan Jewett, se llama. Y resulta que da clases de Ciencias en Lakeside School, un exclusivo centro de Seattle, donde estudian los hijos que tiene en común con Bezos y por cuyas aulas pasó también en su día Bill Gates, el fundador de Microsoft y otro de los hombres más acaudalados del planeta.
Además de por su recién estrenado segundo matrimonio, MacKenzie Scott es noticia estos días porque en los últimos cuatro meses ha donado más de 4.000 millones de dólares a organizaciones caritativas. El fin: ayudar a los estadounidenses más golpeados por la pandemia. Y la cosa no se va a quedar ahí. No parará «hasta que la caja fuerte esté vacía». Fue lo que prometió cuando en mayo del 2019 se sumó a la campaña de donaciones orquestada por Warren Buffett y Bill y Melinda Gates. «Y estoy lejos de cumplir mi promesa», aseguró hace apenas unos días en un artículo publicado en su blog en la web Medium. Entre las organizaciones a las que ha donado dinero, la World Central Kitchen, del chef español José Andrés, y Howard, la universidad negra por excelencia del país, donde hablaron en su día Martin Luther King, Kennedy y Malcolm X.
Tras 25 años de matrimonio y 4 hijos en común, tres varones y una niña adoptada en China, de los que muy poco se sabe, Bezos y Scott anunciaron su separación hace ahora poco más de dos años, en enero del 2019. Y en abril de ese mismo año llegó el acuerdo de divorcio. Un pacto que, claro está, hizo correr ríos de tinta, que para algo era el suyo el divorcio del siglo, y que le permitió a la estadounidense mantener el control sobre un 4 % de Amazon. Suficiente para ocupar un puesto destacado en la lista de las personas más ricas del mundo, con un patrimonio estimado de casi 53.000 millones de dólares, según Forbes. Una fortuna que, a pesar de las donaciones realizadas, aumentó el año pasado, con las acciones de Amazon subiendo como la espuma al calor del bum de las compras por Internet que alimentó la pandemia.
«Agradecida por haber puesto fin al proceso para disolver mi matrimonio con Jeff de mutuo acuerdo [...] Emocionada con mis planes. Agradecida con el pasado y deseando saber qué vendrá ahora», fue el escueto tuit que escribió cuando todo terminó. Entre esos planes, además de las labores filantrópicas, retomar y dar rienda suelta a su verdadera pasión: la escritura. Porque Mackenzie Scott, nacida el 7 de abril de 1970 con el nombre de MacKenzie Tuttle en San Francisco, estudió Escritura Creativa en Princeton. Su mentora, la escritora afroamericana Toni Morrison, quien la definió en su día como una de las alumnas más brillantes que habían pasado por su clase.
Escribía desde niña. Ha contado ella misma que desde los 6 años. Todos los días, aunque fuese solo un rato. Con su primer libro, The Testing of Luther Albright, ganó el American Book Award en el 2006, uno de los galardones más prestigiosos de la literatura en inglés. Tiene otro más, Traps. Y puede que ahora añada alguno más a la lista. Seguro que lo podremos encontrar en Amazon, a cuyo éxito, sin duda, Scott contribuyó. Y mucho, en palabras del propio Bezos.
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